VIVIR A TU ESTILO JESÚS:
Aord27, PETICIONES
Written by Vicky Irigaray
Hermanos, el evangelio de hoy apela a nuestra responsabilidad moral y social, Jesús nos pregunta hoy ¿cuáles son nuestros frutos? ¿Cómo nos sentimos de responsables ante la vida de los demás? Oremos.
Queremos vivir a tu estilo Jesús.
• Que nuestra Iglesia sea la primera en implicarse en la construcción de una sociedad y un mundo más justo, más acogedor, más inclusivo, más igualitario y más pacífico para todos.
Queremos vivir a tu estilo Jesús.
• Que cada uno de nosotros nos sintamos responsables de adoptar actitudes saludables, reconciliadoras, de justicia e igualdad que propicien el desarrollo, la dignidad y el valor de todos los hombres y mujeres de este mundo.
Queremos vivir a tu estilo Jesús.
• Que desechemos todo tipo de violencia en nuestras vidas y contextos: violencia verbal, emocional, relacional, física y que juntos busquemos reconciliación y paz.
Queremos vivir a tu estilo Jesús.
• Que denunciemos con nuestra voz y vida las desigualdades sociales, las injusticias que se cometen en nombre de la religión, de las diferencias raciales o del lugar de nacimiento.
Queremos vivir a tu estilo Jesús.
Padre bueno, concédenos la gracia de vernos en verdad y así tomar conciencia de nuestra responsabilidad para hacer de este mundo un lugar más habitable para todos. Gracias por tu hijo Jesús.
Vicky Irigaray
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2017-10-07
Aord27, DE CANCIÓN DE AMOR A CANCIÓN DE MUERTE | José Luis Sicre - FeAdulta
DE CANCIÓN DE AMOR A CANCIÓN DE MUERTE:
Written by José Luis Sicre
Acto I: Explanada del templo de Jerusalén. Hacia 735 a.C.
El murmullo se apaga lentamente. Cuando se hace silencio, Isaías se dirige a la gente congregada: «Voy a cantar una canción de amor. Del amor de mi amigo a su viña». El público sonríe incrédulo. No imagina al profeta cantando una canción de amor. Lo más frecuente en él son denuncias y elegías.
La canción habla del trabajo entusiasta que dedica su amigo a una hermosa viña: entrecava el terreno, lo descanta, planta buenas cepas, construye una atalaya y, esperando una magnífica cosecha, cava un lagar. Al cabo del tiempo, la viña, en vez de dar uvas hermosas y dulces, da ácidos agrazones.
Isaías aparta la cítara y mira fijamente al público: «Ahora os toca a vosotros hacer de jueces entre mi amigo y su viña. ¿Podía hacer por ella más de lo que hizo?».
La gente guarda silencio e Isaías continúa: «Voy a deciros lo que hará mi amigo: derribará su valla para que sirva de pasto a ovejas y cabras, para que la pisoteen mulos y toros; la arrasará para que crezcan en ella zarzas y cardos, y prohibirá a las nubes que lluevan sobre ella».
El profeta se interrumpe y pregunta de nuevo: «¿Quién es mi amigo y cuál es su viña?» Pero no da tiempo a que nadie intervenga: «La viña del Señor sois vosotros, los hombres de Israel y de Judá. Dios ha hecho mucho por vosotros, y esperó a cambio que practicarais el derecho y la justicia, que os portarais bien con el prójimo. Pero sólo habéis producido asesinatos y provocado lamentos».
Acto II: Explanada del templo de Jerusalén. Hacia año 29 de nuestra era.
Jesús acaba de contar a los sacerdotes y senadores la parábola de los dos hermanos, advirtiéndoles que las prostitutas y los publicanos les llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Inmediatamente, sin darles tiempo a reaccionar ni responder, les dice:
-Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar…
-Ésa ya la sabemos, comenta uno en voz alta. Ésa no es tuya, es de Isaías.
Jesús no se inmuta. Y la parábola toma de repente un rumbo imprevisible. A diferencia de la viña de Isaías, ésta sí da fruto. El problema no radica en la viña, sino en los viñadores, que se niegan a entregar los frutos a su legítimo propietario.
El drama se desarrolla en tres etapas. En las dos primeras, el dueño envía unos criados, y los viñadores los apalean, matan o apedrean. En la tercera, envía a su propio hijo. Cuando lo matan, Jesús, igual que Isaías, se encara con los oyentes, pidiéndoles su opinión: «¿Qué hará con aquellos labradores?»
A diferencia de lo que ocurre en Isaías, los oyentes intervienen, emitiendo una sentencia tremendamente dura: los viñadores merecen la muerte y la viña será entregada a otros más honrados.
Tres grandes enseñanzas
1. La canción de la viña de Isaías insiste en una idea que a muchos cristianos todavía les resulta extraña: el amor de Dios se paga con amor al prójimo. Dios ha hecho mucho por los israelitas, pero lo que pide de ellos no es actos de culto sino la práctica de la justicia y el derecho. Jesús dirá que el segundo mandamiento (amar al prójimo) es tan importante como el primero (amar a Dios). Y la 1ª carta de Juan afirma: «Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amar… a nuestros hermanos».
2. Para Jesús, a diferencia de Isaías, el pueblo no es una viña mala e improductiva. Al contrario, da frutos a su tiempo. El mal radica en las autoridades religiosas, que consideran la viña propiedad privada y no reconocen a su auténtico propietario. Por eso Mateo termina con un comentario incomprensiblemente suprimido por la liturgia: «Al oír sus parábolas, los sumos sacerdotes y los fariseos se dieron cuenta de que iban por ellos» (v.45). Sería completamente equivocado utilizar la homilía de este domingo para atacar al público presente, que bastante hace con soportarnos. Quienes debemos sentirnos especialmente interpelados somos los que tenemos una responsabilidad dentro de la comunidad cristiana.
3. En su versión final (véase “Una cuestión discutida”), la parábola subraya la importancia y triunfo de Jesús. Después de todos los profetas (los criados), él es “el hijo”, lo más valioso que Dios puede mandar. Y aunque las autoridades religiosas lo infravaloren y desprecien, él termina convertido en la piedra angular del nuevo edificio de la Iglesia.
Una cuestión discutida
Ya que esta parábola sólo se encuentra en el evangelio de Mateo, se discute si la contó realmente Jesús o es creación del evangelista. Cabe una tercera postura: la parábola la contó Jesús, pero fue adaptada más tarde por Mateo.
En esta última hipótesis, la parábola primitiva hablaría sólo del envío de los criados, los profetas, a los que los viñadores apalean, matan o apedrean. Y terminaría con las palabras: «Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»
Cuando mataron a Jesús, los primeros cristianos pensaron que este era el mayor crimen, y Mateo habría añadido las palabras referentes al envío y la muerte del hijo. En la misma línea de subrayar la importancia de Jesús habría añadido las palabras del Salmo 118,22: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente». Es un cambio fuerte de metáfora. Los viñadores se convierten en arquitectos, y el hijo en una piedra. Los constructores la desechan, porque no la consideran válida como piedra angular, la que soporta el peso de todo el arco. Sin embargo, Dios la coloca en un puesto de privilegio. Con este añadido, la parábola pierde en claridad, pero advierte a las autoridades religiosas que su crimen no ha servido de nada, y alegra a los cristianos con la certeza del triunfo de Jesús.
José Luis Sicre
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Written by José Luis Sicre
Acto I: Explanada del templo de Jerusalén. Hacia 735 a.C.
El murmullo se apaga lentamente. Cuando se hace silencio, Isaías se dirige a la gente congregada: «Voy a cantar una canción de amor. Del amor de mi amigo a su viña». El público sonríe incrédulo. No imagina al profeta cantando una canción de amor. Lo más frecuente en él son denuncias y elegías.
La canción habla del trabajo entusiasta que dedica su amigo a una hermosa viña: entrecava el terreno, lo descanta, planta buenas cepas, construye una atalaya y, esperando una magnífica cosecha, cava un lagar. Al cabo del tiempo, la viña, en vez de dar uvas hermosas y dulces, da ácidos agrazones.
Isaías aparta la cítara y mira fijamente al público: «Ahora os toca a vosotros hacer de jueces entre mi amigo y su viña. ¿Podía hacer por ella más de lo que hizo?».
La gente guarda silencio e Isaías continúa: «Voy a deciros lo que hará mi amigo: derribará su valla para que sirva de pasto a ovejas y cabras, para que la pisoteen mulos y toros; la arrasará para que crezcan en ella zarzas y cardos, y prohibirá a las nubes que lluevan sobre ella».
El profeta se interrumpe y pregunta de nuevo: «¿Quién es mi amigo y cuál es su viña?» Pero no da tiempo a que nadie intervenga: «La viña del Señor sois vosotros, los hombres de Israel y de Judá. Dios ha hecho mucho por vosotros, y esperó a cambio que practicarais el derecho y la justicia, que os portarais bien con el prójimo. Pero sólo habéis producido asesinatos y provocado lamentos».
Acto II: Explanada del templo de Jerusalén. Hacia año 29 de nuestra era.
Jesús acaba de contar a los sacerdotes y senadores la parábola de los dos hermanos, advirtiéndoles que las prostitutas y los publicanos les llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Inmediatamente, sin darles tiempo a reaccionar ni responder, les dice:
-Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar…
-Ésa ya la sabemos, comenta uno en voz alta. Ésa no es tuya, es de Isaías.
Jesús no se inmuta. Y la parábola toma de repente un rumbo imprevisible. A diferencia de la viña de Isaías, ésta sí da fruto. El problema no radica en la viña, sino en los viñadores, que se niegan a entregar los frutos a su legítimo propietario.
El drama se desarrolla en tres etapas. En las dos primeras, el dueño envía unos criados, y los viñadores los apalean, matan o apedrean. En la tercera, envía a su propio hijo. Cuando lo matan, Jesús, igual que Isaías, se encara con los oyentes, pidiéndoles su opinión: «¿Qué hará con aquellos labradores?»
A diferencia de lo que ocurre en Isaías, los oyentes intervienen, emitiendo una sentencia tremendamente dura: los viñadores merecen la muerte y la viña será entregada a otros más honrados.
Tres grandes enseñanzas
1. La canción de la viña de Isaías insiste en una idea que a muchos cristianos todavía les resulta extraña: el amor de Dios se paga con amor al prójimo. Dios ha hecho mucho por los israelitas, pero lo que pide de ellos no es actos de culto sino la práctica de la justicia y el derecho. Jesús dirá que el segundo mandamiento (amar al prójimo) es tan importante como el primero (amar a Dios). Y la 1ª carta de Juan afirma: «Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amar… a nuestros hermanos».
2. Para Jesús, a diferencia de Isaías, el pueblo no es una viña mala e improductiva. Al contrario, da frutos a su tiempo. El mal radica en las autoridades religiosas, que consideran la viña propiedad privada y no reconocen a su auténtico propietario. Por eso Mateo termina con un comentario incomprensiblemente suprimido por la liturgia: «Al oír sus parábolas, los sumos sacerdotes y los fariseos se dieron cuenta de que iban por ellos» (v.45). Sería completamente equivocado utilizar la homilía de este domingo para atacar al público presente, que bastante hace con soportarnos. Quienes debemos sentirnos especialmente interpelados somos los que tenemos una responsabilidad dentro de la comunidad cristiana.
3. En su versión final (véase “Una cuestión discutida”), la parábola subraya la importancia y triunfo de Jesús. Después de todos los profetas (los criados), él es “el hijo”, lo más valioso que Dios puede mandar. Y aunque las autoridades religiosas lo infravaloren y desprecien, él termina convertido en la piedra angular del nuevo edificio de la Iglesia.
Una cuestión discutida
Ya que esta parábola sólo se encuentra en el evangelio de Mateo, se discute si la contó realmente Jesús o es creación del evangelista. Cabe una tercera postura: la parábola la contó Jesús, pero fue adaptada más tarde por Mateo.
En esta última hipótesis, la parábola primitiva hablaría sólo del envío de los criados, los profetas, a los que los viñadores apalean, matan o apedrean. Y terminaría con las palabras: «Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»
Cuando mataron a Jesús, los primeros cristianos pensaron que este era el mayor crimen, y Mateo habría añadido las palabras referentes al envío y la muerte del hijo. En la misma línea de subrayar la importancia de Jesús habría añadido las palabras del Salmo 118,22: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente». Es un cambio fuerte de metáfora. Los viñadores se convierten en arquitectos, y el hijo en una piedra. Los constructores la desechan, porque no la consideran válida como piedra angular, la que soporta el peso de todo el arco. Sin embargo, Dios la coloca en un puesto de privilegio. Con este añadido, la parábola pierde en claridad, pero advierte a las autoridades religiosas que su crimen no ha servido de nada, y alegra a los cristianos con la certeza del triunfo de Jesús.
José Luis Sicre
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[FeAdulta] Aord27, Respeto y diálogo (20171008)
Respeto y diálogo
4 de octubre de 2017
Amigas y amigos:
Las III Jornadas EFFA que acabamos de celebrar fueron tal y como las imaginamos. Un lugar de encuentro y amistad, con un ambiente familiar y sencillo. Un remanso de paz, respeto y diálogo. Un sentimiento feliz, ensombrecido por lo que se estaba viviendo en nuestra querida Cataluña. Si no hay respeto mutuo, no se podrá llegar al diálogo.
Empezamos subiendo la primera de las conferencias que tuvimos el pasado viernes. Enrique Martínez Lozano: No dualidad, ver en profundidad y vivir en plenitud (I). Cuestiones previas y claves pedagógicas para una aproximación inicial a esa intuición milenaria, de Oriente y Occidente que, entre otros, hizo decir a Jesús: el Padre y yo somos uno.
Recogemos dos cartas de nuestros lectores, a los que agradecemos siempre su participación.
Evangelio y comentarios al Evangelio
Mt 21, 33-43. La parábola de la viña arrendada a unos colonos infieles, despiadados y asesinos… La piedra rechazada se convierte en la piedra angular…
Vicente Martínez: Dar buenos frutos. Los exégetas y comentaristas de la parábola de la viña afirman que "tanto la Iglesia primitiva como la de hoy sabe que su razón de ser está ligada a la fidelidad a la misión de Jesús, que no se define tanto por la ortodoxia de la doctrina como por la praxis de la liberación de los pobres".
José Luis Sicre: De canción de amor a canción de muerte. Para Jesús, a diferencia de Isaías, el pueblo no es una viña mala e improductiva. El mal radica en las autoridades religiosas, que consideran la viña propiedad privada y no reconocen a su auténtico propietario.
Fray Marcos: El relato nos insta a no apropiarnos de lo que no es nuestro. Los dirigentes están en un peligro mayor de caer en la tentación.
José Antonio Pagola: Crisis religiosa. La parábola de los «viñadores homicidas» es un relato en el que Jesús va descubriendo con acentos alegóricos la historia de Dios con su pueblo elegido. Es una historia triste.
Inma Eibe: Un canto de amor a la viña. Jesús actualiza el canto de amor a la viña del profeta Isaías que leemos como primera lectura. Nos invita a saber redescubrir nuestro lugar y misión en la viña de su Padre.
Artículos seleccionados para la semana
José Manuel Vidal: Entrevista a Joaquín Sucunza, 'mano derecha' de Bergoglio. Francisco va cuatro años por delante de la jerarquía de la Iglesia.
Nabil Antaki: "Ni guerra ni paz": nueva carta de los maristas de Alepo. Siguen los problemas con los refugiados y las personas desplazadas.
José María García-Mauriño: Mesa compartida, sí. Ni sacrificio, ni sacerdocio. El sacerdote ofrece sacrificios para aplacar la ira de los dioses. Esta mentalidad ancestral es la que se ha trasladado al cristianismo. El sacerdocio hace de mediación entre Dios y la comunidad cristiana.
José Arregi: Agur, Iñaki Beristain. Compartimos mesa, oración y trabajo en las entrañas más profundas de nuestro querido Arantzazu durante 14 años.
Gerardo Villar: Las huellas. Todo es cuestión de entrenamiento. Conocer cómo se manifiesta Dios, cómo deja sus huellas.
Gabriel Mª Otalora: Las mujeres le seguían. Solo ellas fueron las testigos directas de la Resurrección, acontecimiento central cristiano recogido por los cuatro evangelistas.
El Alto Comisionado de la ONU para los DDHH pide una investigación imparcial sobre la violencia policial en el 1-O. Zeid Ra'ad Al Hussein, pide que la situación se resuelva "a través del diálogo político".
José M. Castillo: Odio las fronteras. ¿Es que España o Catalunya son más importantes que el Evangelio de Jesús?
Noticias de alcance. El referéndum del 1-O fractura a la Iglesia catalana.
Para unas eucaristías más participativas y actuales
Isaías 5, 1-7. La viña plantada con esmero, es la casa de Israel que solo da malos frutos en vez de justicia y honradez. La reacción del dueño es arrasarla.
Filipenses 4, 6-9. Es la invitación de Pablo a orar confiadamente, a imitar los mejores valores que veamos en los demás… y el Dios de la Paz estará con nosotros.
Florentino Ulibarri: La viña de mi amigo. Mi amigo, que tan bien nos conoce, creía que estando solos, sin dioses que nos miren y controlen, trabajaríamos mejor… Pero los labradores se creyeron dueños de la viña y se dieron a la buena vida…
Vicky Irigaray: Vivir a tu estilo Jesús. Jesús nos pregunta hoy ¿cuáles son nuestros frutos? ¿Cómo nos sentimos de responsables ante la vida de los demás?
Anáfora: Religión. Hemos de ser viña agradecida. Y saber cuál es nuestra misión en la vida.
Monjas Benedictinas de Montserrat. 27º domingo de Tiempo Ordinario.
Material multimedia
Lo que lleva a la paz. Por Sergi Torres. La honestidad es lo único que te lleva a la paz, a la aceptación y a la verdadera comunicación.
Bienaventuranzas. Preciosa reflexión, para alimentar nuestro interior, durante todo el curso.
Salomé Arricibita: ¿Qué quieres de mí? ¿Cómo anunciar tu amor a un mundo que no escucha?
El tesoro de la vida. Por Jorge Bucay. Un regalo para ti. Perdónales todo a todos, porque lo que verdaderamente importante, es AMAR.
Equipo Quiero Ver: No es tuyo. 27º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A.
Los 10 fundamentos de Gandhi, para cambiar el mundo. "El perdón es un atributo del fuerte". En estos tristes momentos, en la que vivimos perturbados en nuestra convivencia, compartimos con vosotros este precioso mensaje, del mayor pacifista de la historia.
En la Escuela EFFA facilitamos el enlace al temario donde están la totalidad de las charlas y bibliografía disponibles, para los que no hayan podido verlas o quieran volver a repasar alguna.
Y como os prometía, las cartas terminarán con estos tres enlaces muy útiles: la carta de la semana, la carta de la semana pasada y cartas de otras semanas. Cuando alguien pierda -o no le haya llegado- el email con las novedades, podrá usar una carta antigua para acceder a la nueva.
Un abrazo,
Inma Calvo
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