Mostrando entradas con la etiqueta aord21_mt16:13-20. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta aord21_mt16:13-20. Mostrar todas las entradas

2017-08-27

Aord21, LA GRAMÁTICA DE LA SENCILLEZ (FeAdulta, 20170826))

LA GRAMÁTICA DE LA SENCILLEZ
Written by
26 de Agosto de 2017 - Aord21

La religión no puede ser el arte de complicarlo todo. La vida ya es bastante compleja como para que la búsqueda espiritual termine en un enredo de conceptos y preceptos que son tan difíciles de entender y tan fáciles de romper. El Papa Francisco lo sabe, por eso nos ha pedido que recuperemos lo que ha llamado la "gramática de la sencillez", la capacidad de la Iglesia de ser comprendida por los simples, de impactar en lo más básico, de regresar desnuda a lo fundamental.
Nos recuerda el sucesor de Pedro que estamos llamados a ser una iglesia "capaz de darle calor al corazón de la gente" y esa capacidad es fruto del retorno pero también la protección de lo esencial del mensaje cristiano, que suele verse tan amenazado de apariencias sumamente formales, de redacciones complejas, de rituales que si bien albergan una enorme riqueza simbólica, su significado es poco accesible para el hombre de hoy.
Nuestro Pontífice nos pide no ser una iglesia autorreferencial, centrada solo en sí misma, lo que significa que no podemos pensar que es la gente la que tiene que acercarse, la que tiene que valorar nuestros tesoros y aprender nuestras tradiciones para reconocer el significado de nuestras prácticas. Eso es exigir demasiado requisito de entrada, nunca el Reino fue concebido así.
La Gramática de la Sencillez implica la recuperación de lenguajes más universales, más básicos, de palabras más sencillas. Es impresionante como las facciones que más adversas se muestran al pontificado de Francisco se expresan en términos tridentinos que ningún creyente de a pie logra comprender. Ni siquiera se trata de que su propósito sea confundir, o que esperen asegurarse el monopolio del conocimiento, se trata de que realmente creen que a la fe le corresponde una terminología compleja, que sin erudición teológica no es posible creer.
Pero el evangelio es una fuerza que se ha revelado a los sencillos, que ha sido expresada en la más espontánea narrativa, en la poesía más universal: "un hombre tenía dos hijos...", "una mujer perdió una moneda...", "Salió un sembrador a sembrar...", "Yo soy el pan de la vida...", "yo soy la luz del mundo...", "hay más alegría en dar...", "hago nuevas todas las cosas...".
Evangelizar en el mundo de hoy pasa por hacer ejercicios muy franciscanos, del Santo y del Papa también. Será imposible evangelizar en un mundo tan consumista y tan comercial si nuestra lógica económica es la misma, si en nuestra escala de valores la comodidad, el confort y el poder adquisitivo tienen un lugar por encima de las necesidades de los simples.
Hay que poner las cosas en su lugar, y dejarle al César eso que tan importante considera el César, y a dios darle todo lo realmente importante, pues todo le pertenece. Podremos anunciar la buena nueva si llevamos el corazón ligero, sin pretensiones de fama o de reconocimiento, si estamos dispuestos a ser olvidados dejando un mensaje inolvidable.
Estaremos listos para ser de nuevo sal en esta tierra si cambiamos nuestra lógica autocomplaciente, si dejamos de creernos y sentirnos el centro del mundo, y ponemos el centro en donde Jesús lo ha puesto: en las periferias de los excluidos, eso no solo nos pondrá los tobillos en marcha como Abraham, sino que nos hará desinstalarnos de esta comodidad litúrgica y doctrinal tan perfectamente rubricada pero tan inaccesible a los analfabetos. En el Reino todos entienden.
Formas, lenguajes, rituales, enseñanzas y un día, quizá, hasta las formulaciones dogmáticas y las estructuras jerárquicas tendrán que ir recuperando la gramática de la sencillez, la que le da al grito de la pascua su carácter de fuego capaz de calentar corazones rotos, la que le devuelve al anuncio del evangelio su luminosidad para devolver la vista a quienes viven en la terrible oscuridad causada por las sombras del egocentrismo, de la marginación. Así y solo así, muchos podrán encontrarse con el rostro alegre y siempre bondadoso de Jesús, ese de quién decían: ¿Quién es este que no habla como los escribas ni los maestros de la Ley?, ¿Acaso no es galileo este maestro al que todos le entienden?

Beto Vargas
Religión Digital

Evernote te ayuda a recordar todo y a organizarte sin esfuerzo. Descarga Evernote.

Aord21, PEDRO, ENTRE DIOS Y SATANÁS [FeAdulta, 20170826]

PEDRO, ENTRE DIOS Y SATANÁS

26 de Agosto de 2017 - Aord21
Written by José Luis Sicre



El evangelio de este domingo y el del siguiente forman un díptico indisoluble. En el de hoy, Pedro recibe una revelación de Dios y una misión. En el siguiente, se convierte en portavoz de Satanás. De este modo, Mateo deja claro que lo importante es la misión recibida, no la santidad del receptor.

El evangelio de este domingo se divide en tres partes: 1) lo que piensa la gente a propósito de Jesús; 2) lo que afirma Pedro; 3) las promesas de Jesús a Pedro.

1. Lo que piensa la gente

Camino de Cesarea de Filipo, muy al norte de Israel, Jesús pregunta a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?» La expresión aramea bar enosh, podríamos traducirla con minúscula y con mayúscula.

Con minúscula, «hijo del hombre», significa «este hombre», «yo», y es frecuente en boca de Jesús para referirse a sí mismo. Por ejemplo: «Las zorras tienen madrigueras, las aves del cielo nidos, pero el hijo del hombre [este hombre] no tiene dónde recostar la cabeza» (Mt 8,20); «El hijo del hombre [este hombre, yo] tiene autoridad en la tierra para perdonar los pecados» (Mt 9,6), etc.

Con mayúscula, «Hijo del Hombre», hace pensar en un salvador futuro, extraordinario. «Os aseguro que no habréis recorrido todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre» (Mt 10,23); «El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles para que recojan de su reino todos los escándalos y los malhechores» (Mt 13,41); «El Hijo del Hombre ha de venir con la gloria de su Padre y acompañado de sus ángeles» (Mt 16,27).

La gente que escuchaba a Jesús podía sentirse desconcertada. Cuando usaba la expresión «el Hijo del Hombre», ¿hablaba de sí mismo, de un salvador futuro o de un gran personaje religioso? Por eso no extrañan las respuestas que recogen los discípulos. Para unos, el Hijo del Hombre es Juan Bautista; para otros, de mayor formación teológica, Elías, porque está profetizado que volverá al final de los tiempos; para otros, no sabemos por qué motivo, Jeremías o alguno de los grandes profetas. Lo común a todas las respuestas es que ninguna identifica al Hijo del Hombre con Jesús, y todas lo identifican con un profeta, pero un profeta muerto, bien hace nueve siglos (Elías) o recientemente (Juan Bautista). Es obvio que Jesús no se explicaba en este caso con suficiente claridad o era intencionadamente ambiguo.

2. Lo que afirma Pedro: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Estamos tan acostumbrados a escuchar la respuesta de Pedro que nos parece normal. Sin embargo, de normal no tiene nada. Los grupos que esperaban al Mesías lo concebían como un personaje extraordinario, que traería una situación maravillosa desde el punto de vista político (liberación de los romanos), económico (prosperidad), social (justicia) y religioso (plena entrega del pueblo a Dios). Jesús es un galileo mal vestido, sin residencia fija, que vive de limosna, acompañado de un grupo de pescadores, campesinos, un recaudador de impuestos y diversas mujeres. Para confesarlo como Mesías hace falta estar loco o tener una inspiración divina.

3. Las promesas de Jesús a Pedro

Esta tercera parte es exclusiva de Mateo. En los evangelios de Marcos y Lucas, el pasaje de la confesión de Pedro en Cesarea de Felipe termina con las palabras: "Prohibió terminantemente a los discípulos decirle a nadie que él era el Mesías". Sin embargo, Mateo introduce aquí unas palabras de Jesús a Pedro.

Comienzan con una bendición, que subraya la importancia del título de Mesías que Pedro acaba de conceder a Jesús. No es un hereje ni un loco, sus palabras son fruto de una revelación del Padre. Nos vienen a la memoria lo dicho en 11,25-30: "Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y aquel a quien el Padre se lo quiere revelar".

Basándose en esta revelación, no en los méritos de Pedro, Jesús le comunica unas promesas: 1) sobre él, esta roca, edificará su Iglesia; 2) le dará las llaves del Reino de Dios; 3) como consecuencia de lo anterior, lo que él decida en la tierra será refrendado en el cielo.

Las afirmaciones más sorprendentes son la primera y la tercera. En el AT, la "roca" es Dios. En el NT, la imagen se aplica a Jesús. Que el mismo Jesús diga que la roca es Pedro supone algo inimaginable, que difícilmente podrían haber inventado los cristianos posteriores. (La escapatoria de quienes afirman que Jesús, al pronunciar las palabras "y sobre esta piedra edificaré mi iglesia" se refiere a él mismo, no a Pedro, es poco seria).

La segunda afirmación ("te daré las llaves del Reino de Dios") se entiende recordando la promesa de Is 22,22 al mayordomo de palacio Eliaquín, tema de la primera lectura de hoy: "Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá". Se concede al personaje una autoridad absoluta en su campo de actividad. Curiosamente, el texto de Mateo cambia de imagen, y no habla luego de abrir y cerrar sino de atar y desatar. Pero la idea de fondo es la misma.

El texto contiene otra afirmación importantísima: la intención de Jesús de formar una nueva comunidad, que se mantendrá eternamente. Todo lo que se dice a Pedro está en función de esta idea.

¿Por qué pone de relieve Mateo este papel de Pedro? ¿Le guía una intención eclesiológica, para indicar cómo concibe Jesús a su comunidad? ¿O tienen una finalidad mucho más práctica? Ambas ideas no se excluyen, y la teología católica ha insistido básicamente en la primera: Jesús, consciente de que su comunidad necesita un responsable último, encomienda esta misión a Pedro y a sus sucesores.

Es posible que haya también de fondo una idea más práctica, relacionada con el papel de Pedro en la iglesia primitiva. Uno de los mayores conflictos que se plantearon desde el primer momento fue el de la aceptación o rechazo de los paganos en la comunidad, y las condiciones requeridas para ello. Los Hechos de los Apóstoles dan testimonio de estos problemas. En su solución desempeñó un papel capital Pedro, enfrentándose a la postura de otros grupos cristianos conservadores (Hechos 10-11; 15). En aquella época, en la que Pedro no era "el Papa", ni gozaba de la "infalibilidad pontificia", las palabras de Mateo suponen un espaldarazo a su postura en favor de los paganos. "Lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo". Es Pedro el que ha recibido la máxima autoridad y el que tiene la decisión última.

Apéndice 1. El papel de Pedro en la iglesia primitiva

Un detalle común a las más diversas tradiciones del Nuevo Testamento es la importancia que se concede a Pedro. El dato más antiguo y valioso, desde el punto de vista histórico, lo ofrece Pablo en su carta a los Gálatas, donde escribe que tres años después de su conversión subió a Jerusalén «a conocer a Cefas [Pedro] y me quedé quince días con él» (Gálatas 1,18). Este simple detalle demuestra la importancia excepcional de Pedro. Y catorce años más tarde, cuando se plantea el problema de la predicación del evangelio a los paganos, escribe Pablo: «reconocieron que me habían confiado anunciar la buena noticia a los paganos, igual que Pedro a los judíos; pues el que asistía a Pedro en su apostolado con los judíos, me asistía a mí en el mío con los paganos» (Gálatas 2,7).

Esta primacía de Pedro queda reflejada en diversos episodios de los distintos evangelios. Basta recordar el triple encargo («apacienta mis corderos», «apacientas mis ovejas», «apacientas mis ovejas») en el evangelio de Juan (21,15-17), equivalente a lo que acabamos de leer en Mateo.

Lo mismo ocurre en los Hechos de los Apóstoles. Después de la ascensión, es Pedro quien toma la palabra y propone elegir un sustituto de Judas. El día de Pentecostés, es Pedro quien se dirige a todos los presentes. Su autoridad será decisiva para la aceptación de los paganos en la iglesia (Hechos 10-11). Este episodio capital es el mejor ejemplo práctico de la promesa: «lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo».

Apéndice 2. Mateo: ¿falsario o teólogo?

Lo anterior ayuda a responder una pregunta elemental desde el punto de vista histórico: si las promesas de Jesús a Pedro sólo se encuentran en el evangelio de Mateo, ¿no serán un invento del evangelista? Así piensan muchos autores.

Pero el término «invento» se presta a confusión, como si todo lo que se cuenta fuera mentira. Los escritores antiguos tenían un concepto de verdad histórica muy distinto del nuestro, como he intentado demostrar en mi libro Satán contra los evangelistas. Para nosotros, la verdad debe ir envuelta en la verdad. Todo, lo que se cuenta y la forma de contarlo, debe ser cierto (esto en teoría, porque infinitos libros de historia se presentan como verdaderos, aunque mienten en lo que cuentan y en la forma de contarlo). Para los antiguos, la verdad se podía envolver en un ropaje de ficción.

La verdad, testimoniada por autores tan distintos como Pablo, Juan, Lucas, Marcos, es que Pedro ocupaba un puesto de especial responsabilidad en la iglesia primitiva, y que ese encargo se lo había hecho el mismo Dios, como reconocen Pablo y Juan. Lo único que hace Mateo es envolver esa verdad en unas palabras distintas, quizá inventadas por él, para dejar claro que la primacía de Pedro no es cuestión de inteligencia, ni de osadía, se debe a una decisión de Jesús. Y para corroborar que no son los méritos de Pedro, añade el episodio que leeremos el próximo domingo.


José Luis Sicre

nizarte sin esfuerzo. Descarga Evernote.

[Fe Adulta] Aord21, Volver a la sencillez (20170826)

Volver a la sencillez
22 de agosto de 2017
amigos de feadulta 


Amigas y amigos:
El artículo de Beto Vargas sobre la gramática de la sencillez desarrolla una de esas frases del Papa Francisco que son luminosas, redondas e inolvidables. Y nos trae a la memoria otras muchas que recordamos con gratitud: "Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres"; "La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales"; "No se puede tolerar que el Mediterráneo se convierta en un gran cementerio"; "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?"; "sed pastores con «olor a oveja»".
Y seguimos con el aviso del 37 Congreso de Teología de la Asociación Teológica Juan XXIII, del 7 al 10 de septiembre y las III Jornadas EFFA, del 29 de septiembre al 1 de octubre en Galapagar. En el Tablón de anuncios podéis ver los programas y la información para inscribirse.

Evangelio y comentarios al Evangelio

Mt 16, 13-20. ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Vicente Martínez: Yo, Jesús y el Evangelio. ¡Cómo me gustaría descubrir contigo la paz de la casa común, y alcanzar la certeza de no solo estar contigo, sino de ser tú mismo!
José Luis Sicre: Pedro, entre Dios y Satanás. El evangelio de este domingo se divide en tres partes: lo que piensa la gente a propósito de Jesús; lo que afirma Pedro y las promesas de Jesús a Pedro.
Fray Marcos: Conocer a Jesús es vivir lo que él vivió. La respuesta racional de nada sirve. Solo vale una vida plenamente humana como la suya.
José Antonio Pagola: Qué decimos nosotros. También hoy nos dirige Jesús a los cristianos la misma pregunta que hizo un día a sus discípulos: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Dolores López Guzmán: Tú eres; yo soy. "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Esta es la cuestión. La gran pregunta de Jesús.

Artículos seleccionados para la semana

Beto Vargas: La gramática de la sencillez. Los que se oponen al pontificado de Francisco se expresan en términos tridentinos que ningún creyente de a pie logra comprender.
José I. González Faus: No podéis servir a la ternura y al dinero. Así estamos hoy por haber querido servir al dinero: Faltos de esa ternura que sería la fuente de nuestra verdadera paz y felicidad.
Juan José Tamayo: Reflexión teológica tras los sucesos de Barcelona. Declaración de la junta directiva de la Asociación de teólogas y teólogos Juan XXIII con motivo de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils.
Santiago Panizo: 'No' a las ideologías del islam pero también a las nostalgias del cristianismo. Una secularidad correcta y una laicidad sana son ahora mismo supuestos irrecusables de respeto a la dignidad del hombre, de la paz social y de legitimidad política.
Enrique Martínez Lozano: Espiritualidad y no-dualidad (II). Qué sea Dios, lo ignoramos…; es lo que ni tú ni yo ni ninguna criatura ha sabido jamás antes de haberse convertido en lo que Él es.
José Mª Castillo: Castillo responde a sus críticos: "O creemos en Dios o creemos en el infierno". No carguemos a Dios con hacer la justicia que no tenemos el coraje de hacer.
Nicolás Pons: En el cielo, ¿habrá sitio para todos? "El cielo no está hecho para llenarlo de paja", queriendo decir que el cielo solo se puede llenar con nosotros, que somos los hijos de Dios.
Andrés Torres Queiruga: ¿Qué queremos decir cuando decimos infierno? (I). Históricamente el infierno ha funcionado muchas veces como factor de moralización. Y en definitiva, esa ha sido casi siempre la intención que movió la insistencia en su realidad y la enfatización imaginativa de su carácter de amenaza terrible.
Noticias de alcance. El cardenal Omella llama a la paz y a la unión en la misa por las víctimas de los atentados.

Para unas eucaristías más participativas y actuales

Isaías 22, 19-23. Es el oráculo que amenaza al mayordomo de palacio: "de tu pedestal te apearé. Aquel día llamaré a mi siervo Elyaquim".
Romanos 11, 33-35. Un himno de Pablo celebrando que cuando los paganos acepten la Buena Noticia, Israel también creerá.
Florentino Ulibarri: Paseando por Cesarea de Filipo. En estos tiempos de ambigüedad y crisis nos piden ortodoxas confesiones, pero que no esperen que respondamos con algo que no entendemos… ¡Estamos en diálogo abierto y fructífero!
Vicky Irigaray: Tú eres nuestra respuesta. Padre bueno, concédenos la gracia de ser respuesta de vida y sentido para todos aquellos que buscan, necesitan y esperan…
Anáfora: Manifestación de Dios. Dios está y se manifiesta en sus criaturas: hemos de verle reflejado en ellas.
Monjas Benedictinas de Montserrat. 21º domingo de Tiempo Ordinario.

Material multimedia

Aprende a dejar ir y soltar todo. Por Carolina Rodríguez. El apego es el origen de nuestro sufrimiento y de nuestra falta de fe y confianza.
Salomé Arricibita: Ceguera. No existen cegueras, si el Amor vence al miedo.
Amanece. Texto por Paulo Coelho. Ama tu camino: sin este principio, nada tiene sentido.
El camino del guerrero. Por Jorge Bucay. "Es momento de dejar partir el dolor y de dar entrada al amor". Para los impactantes y dolorosos días que vivimos…. ¡no dejes de hacerte estas preguntas!
Equipo Quiero Ver. 21º domingo de Tiempo Ordinario.
La meditación presente. Por Eckhart Tolle. Divertido video, lleno de ¡¡ooooohs!! intenso, lleno de momentos de consciencia, sencillo y cercano, que te provoca constantemente una ligera sonrisa… Te gustará.

En la Escuela EFFA facilitamos el enlace al temario donde están la totalidad de las charlas y bibliografía disponibles, para los que no hayan podido verlas o quieran volver a repasar alguna.
Y como os prometía, las cartas terminarán con estos tres enlaces muy útiles: la carta de la semana, la carta de la semana pasada y cartas de otras semanas. Cuando alguien pierda -o no le haya llegado- el email con las novedades, podrá usar una carta antigua para acceder a la nueva.

Un abrazo,
Inma Calvo
Evernote te ayuda a recordar todo y a organizarte sin esfuerzo. Descarga Evernote.