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2015-12-28

Cnav_epifania, sbl, Mt 2,1-12: Venimos de Oriente para adorar al Rey (20160103)


Servicio Bíblico Latinoamericano 
Domingo 3 de enero de 2016 - Ciclo C
Fiesta de la Epifanía del Señor

Is 60,1-6: La gloria del Señor amanece sobre ti
Salmo 71: Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra
Ef 3,2-3a.5-6: Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos
Mt 2,1-12: Venimos de Oriente para adorar al Rey





La época en que se escribe esta parte del libro del profeta Isaías (parte llamada del «Tercer Isaías») corresponde a «la restauración», es decir, al regreso a Jerusalén de los israelitas que habían sido deportados a Babilonia. (Es el tiempo en el que ha sido escrita la mayor parte de la Biblia). Isaías anima la fe de su pueblo, los invita a poner nuevamente su fe y su corazón en la fuerza salvífica de Yahvé, quien traerá la paz y la justicia a su pueblo, con lo que Jerusalén volverá a ser una ciudad radiante, llena de luz, en donde la presencia de Dios como rey hará de ella una nación grande, ante cuya presencia se postrarán todos los pueblos de la tierra. El profeta manifiesta con esta gran revelación que Dios es quien dará inicio a una nueva época para Israel, una época donde reinará la luz de Dios y serán destruidas todas las fuerzas del mal, pues Dios se hace presente en Israel y ya más nadie podrá hacerle daño.
Esta visión profética posee una comprensión muy reducida de la acción salvífica de Dios, ya que es asumida como una promesa que se cumplirá en beneficio única y exclusivamente del pueblo de Israel y no de toda la tierra. Pablo, a través de la carta a los Efesios, ampliará esa comprensión, afirmando que la salvación venida por Dios, a través de Jesús, es para “todos”, judíos y paganos. El plan de Dios, según Pablo, consiste en formar un solo pueblo, una sola comunidad creyente, un solo cuerpo, una sola Iglesia, un organismo vivo capaz de comunicar a toda la creación la vida y la salvación otorgada por Dios. La carta a los Efesios expresa que el misterio recibido por Pablo consiste en que la Buena Nueva de Cristo se hace efectiva también en los paganos, ellos son coherederos y miembros de ese mismo Cuerpo; esto significa que Dios se ha querido revelar a toda la humanidad, actúa en todos, salva a todos, reconcilia a todos sin excepción.

El evangelio que leemos hoy, en la Fiesta de la «Epi-fanía» [manifestación], confirma este carácter universal de la salvación de Dios. Mateo expresa, por medio de este relato simbólico, el origen divino de Jesús y su tarea salvífica como Mesías, como rey de Israel, heredero del trono de David; para ello el evangelista no duda en ubicar con exactitud el lugar donde nació Jesús, Belén, para decirnos que con su presencia en la historia se estaría dando cumplimiento a las palabras de los profetas... Por otro lado, el rechazo de este nacimiento por parte de las autoridades políticas (Herodes) y religiosas (sumos sacerdotes y escribas) del pueblo judío y el gozo infinito de los magos, venidos de Oriente, anuncian desde ya ese carácter universal de la misión de Jesús, la apertura del Evangelio a los paganos y su destino futuro a la comunidad cristiana. La Epifanía del Señor es la celebración precisa para confesar nuestra fe en un Dios que se manifiesta a toda la humanidad, que se hace presente en todas las culturas (religiones), que actúa en todos, y que invita a la comunidad creyente a abrir sus puertas a las necesidades y pluralidades del mundo actual.

 En un tiempo como el que vivimos, marcado por la conciencia del pluralismo religioso, el sentido de lo «misionero» y de la «universalidad cristiana» han cambiado profundamente. Hasta ahora, en demasiados casos, lo misionero era sinónimo de proselitismo, o sea, de un esfuerzo por «convertir» al cristianismo a los «gentiles» o «paganos». La «universalidad cristiana» era entendida como la centralidad del cristianismo: éramos la religión central, la (única) querida por Dios, y por tanto, una religión que era el destino querido por Dios para toda la raza humana... Todos los pueblos (universalidad) estaban destinados a abandonar su religión ancestral y a hacerse cristianos... Tarde o temprano el mundo llegaría a su destino: ser «un sólo rebaño, con un solo pastor»... (y al decir esto, los católicos imaginábamos una Iglesia católico-romana felizmente extendida a todo el mundo, extendida incluso a las demás confesiones cristianas, que habrían aceptado finalmente al Papa como pastor supremo y único).

Hoy todo esto está cambiando, aunque muchos cristianos y cristianas (incluidos no pocos de sus pastores) todavía siguen anclados y hasta inamovibles en la visión tradicional. Buen día hoy, la fiesta de la Epifanía, para replantearse estos desafíos y para reflexionar sobre ellos. No desaprovechemos esta oportunidad para actualizar también personalmente nuestra visión en estos temas. En la RELaT (servicioskoinonia.org/relat) hay bastantes materiales para estudiar el tema, así como para debatirlo en grupos de estudio o de catequesis (véase por ejemplo los artículos nº 351, 419, 277, 366, 409, 363...).

En el Nuevo Testamento, además de Juan 7,42, encontramos referencias a Belén en las narraciones de Mateo 2 y Lucas 2 acerca del nacimiento del Salvador en la ciudad de David. La tradición de que el Mesías debía nacer en Belén tiene su base en el texto de Miqueas 5,2, donde se señala que de Belén Efrata debía salir quien gobernaría Israel y sería pastor del pueblo. Hoy ya sabemos que Jesús nació probablemente en Nazaret, y que la afirmación de que nació en Belén es una afirmación simplemente teológica, no histórica.
El término “magos” procede del griego “magoi”, que significa matemáticos, astrónomos o astrólogos. Estas dos últimas disciplinas eran una misma en la antigüedad, por lo que con ambas se podía estudiar el destino de las personas. Es decir, los reyes magos habrían sido astrónomos o conocedores del cielo. El teólogo y abogado cartaginés Tertuliano (160-220 d.C.) aseguró que los magos eran reyes y que procederían de Oriente. En los regalos de los magos a Jesús, los Padres de la Iglesia ven simbolizadas la realeza (oro), la divinidad (incienso) y la pasión (mirra) de Cristo.

El evangelio de hoy no es dramatizado en la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil, pero puede utilizarse el episodio 135, «Fiesta con los pastores». En su página (http://radialistas.net/category/un-tal-jesus) pueden recogerse el guión, un comentario excelente de los autores, y el audio; o puede buscarse otro episodio si ya se utilizó este la semana pasada.
La serie «Otro Dios es posible», de los mismos autores, tiene un capítulo, el 06, que se titula «¿Ángeles, Reyes y estrellas?», que puede ser útil para suscitar un diálogo-debate sobre la simbología mítica de la fiesta de la Epifanía. Su guión y su audio puede recogerse en http://radialistas.net/category/otro-dios-es-posible/ Es importante consultar la información complementaria que la serie ofrece al final de la entrevista. 

Para la revisión de vida

          Dios se da a conocer a todas las gentes; no sólo al pueblo elegido, sino a todos los pueblos, representados en los Magos de Oriente. ¿Tengo yo ese mismo sentimiento de universalidad de Dios, o creo que sólo nosotros conocemos a Dios y estamos en la verdad? ¿O pensamos tal vez que sólo nuestra religión es verdadera, que las demás son "falsas"?

Para la reunión de grupo

-                 El símbolo de la fiesta de la Epifanía (unos magos de Oriente yendo a adorar a Jesús) es una elaboración teológica propia (exclusivamente) del “evangelio de la infancia” de Mateo, escrito en un momento en el que la comunidad cristiana está tratando de expandirse misioneramente. Es fácil interpretar la escena de estos magos como “inclusivismo”, como si “aun la gente buena y religiosa que hay fuera del cristianismo debiera venir a Jesús”, o como “exclusivismo”, como si “fuera de Jesús no hubiera salvación”… Hoy, dos milenios más tarde, con una visión bastante más amplia, y tras un Concilio Vaticano II que ha dicho las palabras más positivas y optimistas sobre el valor salvífico de las demás religiones que ningún otro concilio de la Iglesia Católica, caben otras interpretaciones más abiertas. Dialoguemos sobre ello.
-                 La salvación de Dios ofrecida en Jesús es universal, como lo es la salvación que Dios causa y ofrece fuera (o antes) del cristianismo a través de las religiones de los pueblos. Dios es el mismo a pesar de la multiplicidad de sus nombres o de la diversidad de las religiones. Por eso los magos adoran a Jesús sin ser cristianos, y por eso los cristianos podemos participar de las riquezas religiosas de toda la humanidad. Todo lo que es de Dios nos pertenece a sus hijos, a todos sus hijos. Por eso debe haber diálogo y paz entre las religiones… ¿Es ésta una argumentación correcta?
-                 La Epifanía de Jesús, su manifestación a toda la humanidad, significa que hay más de un «Pueblo de Dios», que no sólo el cristianismo lo es. ¿Seguimos identificando el «pueblo de Dios» con la Iglesia católica?, ¿con el cristianismo? ¿Son correctas esas identificaciones? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Qué pueblos serían «Pueblo de Dios»?
-                 El Concilio Vaticano II nos ha recordado que la manifestación de Dios en Jesús no es la única. Dios, como sabemos, se ha manifestado de muchas maneras también a otros pueblos (Heb 1,1)... ¿Qué cambios de actitud y hasta de lenguaje conllevaría aceptar este "recordatorio"? ¿Qué cambios también implica en los fundamentos de la misión, de la evangelización a los pueblos no cristianos?
-                 (Para todo este tema del pluralismo religioso, recomendamos el libro de J.M. VIGIL, Teología del pluralismo religioso, Editorial El Almendro, Córdoba, y editoral Abyayala, Quito, Ecuador. Véase tiempoaxial.org También puede descargarse de internet).

Para la oración de los fieles

-                 Para que estemos siempre dispuestos a dar razón de nuestra fe y de nuestra esperanza a quien nos lo pida. Roguemos al Señor.
-                 Para que cada religión esté dispuesta a escuchar a las demás y a acoger con apertura de corazón lo que el Espíritu nos manifiesta en las religiones de todos los pueblos. Roguemos…
-                 Para que todos los catequistas sepan unir el testimonio de su propia vida a una buena preparación para ejercer su ministerio. Roguemos…
-                 Para que cuantos viven sumidos en la duda, el temor o la intranquilidad se encuentren con Dios vivo y alcancen la luz y la paz que buscan y necesitan. Roguemos…
-                 Por cuantos buscan un mundo más justo y en paz, para que encuentren la recompensa a sus trabajos y desvelos. Roguemos…
-                 Para que vivamos de tal modo la fraternidad con quienes nos rodean que seamos para todos un verdadero testimonio de fe y de amor. Roguemos…

Oración comunitaria

          Dios, Padre nuestro: el relato evangélico nos narra que en un día como éste Jesús fue reconocido por unos magos venidos de Oriente en su búsqueda; haz que quienes te buscan, encuentren y sigan las estrellas que Tú pones en su camino, y quienes ya te hemos encontrado podamos contemplar un día, cara a cara, la gloria de tu rostro. Por Jesucristo.

          Oh Dios, Dios único, «Dios de todos los nombres» con los que los humanos de todos los tiempos te han buscado. Tú que te has hecho buscar por todos los pueblos, y a todos ellos también les has salido al encuentro en su propia vida espiritual, en su religión, concédenos apertura de corazón para sentir tu presencia omnímoda en todas las religiones de la tierra. Tú que vives y das vida, y dialogas con todos los pueblos, por los siglos de los siglos. Amén.

2014-01-04

COSMEnav3epifanía: Salvación para todos [20130105]

4 de enero de 2014
Salvación para todos
  • Isaías 60, 1-6 La gloria del Señor amanece sobre ti
  • Salmo 71 Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
  • Efesios 3, 2-6 Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos
  • Mt 2, 1-12: Vimos su estrella y venimos a adorarle



La mayoría de los grupos creyentes ofrecen la salvación, pero esta salvación es para los que formen parte de ese grupo. En los diferentes grupos de la comunidad cristiana valoramos nuestra propia manera de vivir la fe y no aceptamos a los demás y trabajamos en forma aislada. Nos falta valorar el pluralismo religioso al interior de nuestra propia comunidad. De algunos años para acá aparece una tendencia que se llama pluralismo religioso que invita a valorar la obra que Dios realiza a través de los diferentes grupos religiosos y las diferentes maneras de creer.

La primera lectura época nos ubica en la época en regresaron a Jerusalén de los exiliados en Babilonia. Encontraron sus ciudades destruidas, sus campos abandonados y el templo, incendiado. Esto los desanimó completamente, y se preocuparon únicamente por reconstruir sus viviendas y sus campos, dejando de lado la restauración del templo y, con ello, la confianza en la venida gloriosa de Yahvé. Isaías anima la fe de su pueblo, los invita a poner nuevamente su fe y su corazón en la fuerza salvífica de Yahvé, quien traerá la paz y la justicia a su pueblo, por ello Jerusalén será una ciudad radiante. Estará llena de luz, Dios se hará presente en ella y hará de ella una nación grande, ante cuya presencia se postrarán todos los pueblos de la tierra. El profeta manifiesta con esta gran revelación que Dios es quien dará inicio a una nueva época para Israel, una época donde reinará la luz de Dios.

La carta a los efesios, ampliará la comprensión de la salvación proclamada por Isaías, afirmando que la salvación viene de Dios, a través de Jesús, y es para “todos”, judíos y paganos. En este párrafo el plan de Dios, consiste en formar un solo pueblo, una sola comunidad creyente, capaz de comunicar a toda la creación la vida y la salvación otorgada por Dios.

Si queremos entender los pasajes del evangelio que se refieren a la infancia de Jesús debemos dejar de considerarlos historia, en el sentido moderno de la palabra. Los evangelistas quieren comunicar de parte de Dios un mensaje en el que podremos encontrar la felicidad y la salvación. Los evan­gelios son el testimonio que las primeras comunidades cristia­nas nos dejaron acerca de su fe y de lo que, como consecuencia de haber creído, cambió sus vidas.

En el relato Mateo adelanta una de las enseñanzas centrales de la predicación de Jesús: «que los paganos, mediante el Mesías Jesús y gracias a la buena noticia, entran en la misma herencia, forman un mismo cuerpo y tienen parte en la misma prome­sa» Es decir: que todo hombre, sea cual sea su origen, el color de su piel, la lengua en la que se exprese o el lado de la frontera en el que haya nacido, está llamado a incorporarse al proyecto de convertir este mundo en un mundo de herma­nos. Dios no hace diferencias entre los hombres ni por la raza, ni por la nación, ni por la cultura, ni por la religión.

La epifanía del Señor es la manifestación de la obra de Dios a los que tienen otra manera de creer. Es la oportunidad para confesar nuestra fe en un Dios que se manifiesta a toda la humanidad, que se hace presente en todas las culturas, que actúa en todos, y que invita a la comunidad creyente a abrir sus puertas a las necesidades y pluralidades del mundo actual.

Celebrar la Epifanía significa para nosotros aprender a descubrir la presencia y la acción de Dios en los diferentes grupos religiosos y en las diferentes formas de expresar la fe. Celebrar la Epifanía significa para nosotros, en nuestra acción pastoral unir esfuerzos para que la alegre Buena Noticia de Jesús salvador, llegue a todos y los atraiga por nuestro testimonio de apertura. Celebrar la Epifanía significa para nosotros valorar e integrar las diferentes formas de vivir y expresar la fe entre los diferentes grupos de nuestra propia comunidad cristiana y hacernos Iglesia con los demás.


Feliz año 2014
Cosme Carlos Ríos

2013-12-31

FeAdultaABC_nav3, epifanía: Y la Palabra habitó EN nosotros | FeAdulta20140101

Y la Palabra habitó EN nosotros
Fe Adulta, 30 dic 2013


Amigas y amigos:
Todo lo que nos podemos desear mutuamente para el próximo 2014 nos lo expresan Faustino, José Enrique y Rogelio (gracias!!)
· F. Vilabrille: Buenos sueños. Soñemos con utopías, y nos iremos acercando a la felicidad que deseó Jesús para todos los seres humanos y toda la creación.
· J.E. Galarreta: Feliz año nuevo, hermanos, feliz, que no se cumplan vuestros deseos, que siempre son para mal…
· R. Cárdenas: Bendición al inicio del año.Me uno a todas las personas que hoy bendicen, y en comunión con ellas proclamo…
Y para que no quede solo en palabras, ahí va un buen regalo para los oídos. Concierto de Navidad con André Rieu. La música también tiene algo que decir en la Navidad. Ha sido la inspiración de múltiples músicos compositores porque la Navidad es sobre todo "humanidad".

Los evangelios de estas fiestas y sus anexos.
Vicente Martínez: Y la Palabra  habitó EN nosotros. Un regalo de la Epifanía Universal, que hoy nos hace la vida de Jesús: la Buena Nueva que el mundo entero necesita recibir.
EVANGELIOS. María Madre: Lc 2, 16-21. Los pastores y el niño de nombre Jesús. 2º domingo de Navidad: Juan 1, 1-18. Vino a su casa, pero los suyos no le acogieron. Epifanía: Mt 2, 1-12. Los magos buscan al rey de los judíos recién nacido.
José Enrique Galarreta. María Madre: Números 6, 22-27. Una bendición tradicional entre los israelitas. Gálatas 4, 4-7.  La Palabra se ha hecho universal. Epifanía: Isaías 60, 1-6. El Templo soñado en una Jerusalem venturosa. Efesios 3, 2-6. Los gentiles son coherederos, y partícipes de la promesa de Jesucristo.
Florentino Ulibarri: María Madre: Cuando la palabra se hace cuerpo. Vivir es gestar en paz y con cuidado al esperado, que siempre es nuestro hermano… Epifanía: Enséñame, Señor, tus caminos. Tus caminos de gracia, brisa y vida, que se recorren en compañía.
Vicky Irigaray. María Madre: Bajo tu protección. El Padre confía en nosotros. 2º dom. Navidad: Ser próximosEn Jesús descubrimos el modo de ser de Dios. Epifanía: Los niñosPadre de todos, cuida y protege a los niños.
Rafael Calvo: María, Madre de Jesús. María ha sido doblemente dichosa, por ser madre de Jesús y por seguirle. Palabra de Dios. Jesús encarnó en su vida y en su mensaje la palabra de Dios. Escuchémosle. Dios único y de todos. Dios se manifiesta a todos por igual, sin importar status, cultura, religión…
Fray Marcos. María Madre: Dios es madre de quien dependemos. Si aceptamos lo que Él nos está dando siempre, daremos sentido a nuestro tiempo y viviremos en paz. 2º dom. Navidad: Lo que era Dios, era la Palabra. Fue el Verbo el que se hizo carne, no al revés. Por no tener esto en cuenta, permanece nuestro despiste sobre lo que es Jesús. Epifanía: La tarea de toda criatura es manifestar a Dios. Dios nos necesita porque sin nosotros no puede llegar a los demás. Pero debemos descubrirlo primero en nosotros mismos.
José Antonio Pagola: Recuperar la frescura del evangelio. …Después de veinte siglos de no pocas desviaciones, reduccionismos y enfoques poco fieles al Evangelio de Jesús.
Enrique Martínez Lozano: En el principio… es ahora. Incluso la palabra sagrada que nos parece más alejada, en realidad nos está retratando.  
José Enrique Galarreta. María Madre: Jesús, vino nuevo. Se plantea la pregunta básica del evangelio: ¿quién es éste niño, de apariencia normal? Epifanía: Nosotros la Iglesia somos mensajeros. Jesús es el que ha de venir, el que esperan todos los pueblos.
Sandra Hojman:¿Quién es este Niño? El nacimiento de Jesús no fue un camino de rosas, como tantas veces nos lo han pintado, fue muy duro y muy pobre, como el de tantos millones de niños en este mundo de hoy.
Leonardo Boff: El materialismo de Papá Noel y la espiritualidad del Niño Jesús. La Navidad no son los regalos, ni los juguetes, ni las tiendas y las calles llenas de luces, la Navidad es la fiesta de la bondad, de la humanidad y amor recobrado hacia todo y todos.
El que viene. Que el que viene y ya está aquí, nos despierte, nos enamore, nos descoloque, nos habite y su amor nos haga libres.
Salomé Arricibita; Te diré mi amor, rey mío. Y ojalá sepa verle y abrazarle así siempre en mis hermanas y hermanos…

La actualidad viene como siempre con Francisco a la cabeza..
José M. Castillo El Papa desconcertante. Este Papa Francisco nos está desconcertando a todos y sobre todo a una Iglesia tan concertada: el desconcertador que la desconcierte un buen desconcertador será.
Noticias. La fraternidad, fundamento y camino para la paz.El Papa Francisco ha hecho público un mensaje para el 1 de enero, día mundial de la paz. Este es un resumen del texto, que nos facilita Faustino Vilabrille.
VII Jornadas de Pastoral Penitenciaria. (Conclusiones). Parece fuera de lugar el hablar de este tema en estos días y sin embargo el Niño de Belén también ha nacido en las cárceles y trae consigo el deseo y la promesa de un poco más de humanidad.
Leonardo Boff: El funesto imperio mundial de las multinacionales. Las multinacionales son el meollo del sistema neoliberal que parecen no haber aprendido nada con la crisis sistémica de 2008. Pero la sociedad está pidiendo un mundo que deseamos sea mejor. [De momento en portugués, pero estaremos al tanto de la versión castellana]

La suma de todos recoge los últimos movimientos. En nombre de todos los que gozamos de esta página, ¡¡gracias!!
Pues ya, hasta el año que viene. Un abrazo muy largo…

Rafael Calvo


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ABC_Nav_Epifanía_Mt2,1-12: Vimos su estrella y venimos a adorarle

Servicio Bíblico Latinoamericano
Domingo 5 de enero de 2014 - Ciclo A
Epifanía del Señor

Isaías 60, 1-6 La gloria del Señor amanece sobre ti
Salmo 71 Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
Efesios 3, 2-6 Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos
Mt 2, 1-12: Vimos su estrella y venimos a adorarle




La época en que se escribe esta parte del libro del profeta Isaías (Tercer Isaías) corresponde a la restauración, es decir, al regreso a Jerusalén de los exiliados en Babilonia, regreso a la gran ciudad de Dios. Cuando este grupo de exiliados llegó a Israel encontró sus ciudades destruidas, sus campos abandonados o apropiados por otras familias, las murallas derruidas y el templo, el lugar donde Yahvé habitaba, incendiado. Esta dramática realidad los desanimó completamente, centrando sus esperanzas y sus motivaciones únicamente en la reconstrucción de sus viviendas y sus campos, dejando de lado la restauración del templo y, con ello, la confianza en la venida gloriosa de Yahvé, quien traería para Israel la salvación plena en la misma historia. Isaías anima la fe de su pueblo, los invita a poner nuevamente su fe y su corazón en la fuerza salvífica de Yahvé, quien traerá la paz y la justicia a su pueblo, por ello Jerusalén será una ciudad radiante, llena de luz, en donde la presencia de Dios como rey hará de ella una nación grande, ante cuya presencia se postrarán todos los pueblos de la tierra. El profeta manifiesta con esta gran revelación que Dios es quien dará inicio a una nueva época para Israel, una época donde reinará la luz de Dios y serán destruidas todas las fuerzas del mal, pues Dios se hace presente en Israel y ya más nadie podrá hacerle daño.
Esta visión profética posee una comprensión muy reducida de la acción salvífica de Dios, ya que es asumida como una promesa que se cumplirá en beneficio única y exclusivamente del pueblo de Israel y no de toda la tierra. Pablo, a través de la carta a los Efesios, ampliará esa comprensión, afirmando que la salvación venida por Dios, a través de Jesús, es para “todos”, judíos y paganos. El plan de Dios, según Pablo, consiste en formar un solo pueblo, una sola comunidad creyente, un solo cuerpo, una sola Iglesia, un organismo vivo capaz de comunicar a toda la creación la vida y la salvación otorgada por Dios. La carta a los Efesios expresa que el misterio recibido por Pablo consiste en que la Buena Nueva de Cristo se hace efectiva también en los paganos, ellos son coherederos y miembros de ese mismo Cuerpo; esto significa que Dios se ha querido revelar a toda la humanidad, actúa en todos, salva a todos, reconcilia a todos sin excepción.
El evangelio que leemos hoy, en la Fiesta de la Epifanía, confirma este carácter universal de la salvación de Dios. Mateo expresa, por medio de este relato simbólico, el origen divino de Jesús y su tarea salvífica como Mesías, como rey de Israel, heredero del trono de David; para ello el evangelista insiste en nombrar con exactitud el lugar donde nació Jesús y en confirmar, a través del Antiguo Testamento, que con su presencia en la historia se da cumplimiento a las palabras de los profetas. Por otro lado, el rechazo de este nacimiento por parte de las autoridades políticas (Herodes) y religiosas (sumos sacerdotes y escribas) del pueblo judío y el gozo infinito de los magos, venidos de oriente, anuncian desde ya ese carácter universal de la misión de Jesús, la apertura del evangelio a los paganos y su vinculación a la comunidad cristiana. La epifanía del Señor es la celebración precisa para confesar nuestra fe en un Dios que se manifiesta a toda la humanidad, que se hace presente en todas las culturas, que actúa en todos, y que invita a la comunidad creyente a abrir sus puertas a las necesidades y pluralidades del mundo actual.
 En un tiempo como el que vivimos, marcado radicalmente por el pluralismo religioso, y marcado también, crecientemente, por la teología del pluralismo religioso, el sentido de lo «misionero» y de la «universalidad cristiana» han cambiado profundamente. Hasta ahora, en demasiados casos, lo misionero era sinónimo de proselitismo, de «convertir al cristianismo» (al catolicismo concretamente entre nosotros) a los «gentiles», y la «universalidad cristiana» era entendida como la centralidad del cristianismo: éramos la religión central, la (única) querida por Dios, y por tanto, la religión destino de la humanidad. Todos los pueblos (universalidad) estaban destinados a abandonar su religión ancestral y a hacerse cristianos... Tarde o temprano el mundo llegaría a su destino: a ser «un sólo rebaño, con un solo pastor»...
Hoy todo esto ha cambiado, aunque muchos cristianos y cristianas (incluidos muchos de sus pastores) todavía siguen en la visión tradicional. Buen día hoy para presentar estos desafíos y para profundizarlos. No desaprovechemos la oportunidad de este día para actualizar también personalmente nuestra visión en estos temas. En la RELaT (servicioskoinonia.org/relat) hay muchos materiales para estudiar el tema, así como para debatirlo en grupos de estudio o de catequesis.

En el Nuevo Testamento, además de Juan 7,42, encontramos referencias a Belén en las narraciones de Mateo 2 y Lucas 2 acerca del nacimiento del Salvador en la ciudad de David. La tradición de que el Mesías debía nacer en Belén tiene su base en el texto de Miqueas 5,2, donde se señala que de Belén Efrata debía salir quien gobernaría Israel y sería pastor del pueblo. Hoy ya sabemos que Jesús nació probablemente en Nazaret, y que la afirmación de que nació en Belén es una afirmación con intenció teológica.
El término “magos” procede del griego “magoi”, que significa matemático, astrónomo y astrólogo. Estas dos últimas disciplinas eran una misma en la antigüedad, por lo que con ambas se podía estudiar el destino y designio de las personas. Es decir, los reyes magos habrían sido astrónomos o conocedores del cielo. El teólogo y abogado cartaginés Tertuliano (160-220 d.C.) aseguró que los magos eran reyes y que procederían de Oriente. En la visita de los magos a Jesús, los Padres de la Iglesia ven simbolizadas la realeza (oro), la divinidad (incienso) y la pasión (mirra) de Cristo.

El evangelio de hoy no es dramatizado en la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil, pero puede utilizarse el episodio 135, «Fiesta con los pastores». El guión y su comentario pueden ser tomados de aquí: http://www.untaljesus.net/texesp.php?id=1600135 Puede ser escuchado aquí: http://www.untaljesus.net/audios/cap135b.mp3 En la página www.untaljesus.net puede buscarse algún otro que también resulte adecuado. 

Para la revisión de vida

          Dios se da a conocer a todas las gentes; no sólo al pueblo elegido, sino a todos los pueblos, representados en los Magos de Oriente. ¿Tengo yo ese mismo sentimiento de universalidad de Dios, o creo que sólo nosotros conocemos a Dios y estamos en la verdad? ¿O pensamos tal vez que sólo nuestra religión es verdadera, que las demás son "falsas"?

Para la reunión de grupo

-                 El símbolo de la epifanía (magos de Oriente yendo a adorar a Jesús) es un símbolo, una elaboración teológica del “evangelio de la infancia” de Mateo, realizada en aquel contexto la génesis del Nuevo Testamento, que es un contexto de confrontación de la comunidad cristiana con el mundo ambiente, contexto de expansión esforzada, de evangelización misionera. Es fácil hacer de este símbolo una interpretación en el marco del “inclusivismo”, como si “toda salvación que haya fuera del cristianismo proviniera en definitiva únicamente de Jesús”, o en el marco incluso del “exclusivismo”, como si “fuera de Jesús no hubiera salvación”… Hoy, dos milenios más tarde, con una visión bastante más amplia, y tras un Concilio Vaticano II que ha dicho las palabras más positivas y optimistas sobre el valor salvífico de las demás religiones que nunca se hayan pronunciado en la Iglesia Católica, caben otras interpretaciones más abiertas. Dialoguemos sobre ello.
-                 La salvación de Dios ofrecida en Jesús es universal, como lo es la salvación que Dios causa y ofrece fuera (o antes) del cristianismo a través de las religiones de los pueblos. Dios es el mismo a pesar de la multiplicidad de sus nombres o de la diversidad de las religiones. Por eso los magos adoran a Jesús sin ser cristianos, y por eso los cristianos podemos participar de las riquezas religiosas de toda la humanidad. Todo lo que es de Dios nos pertenece a sus hijos, a todos sus hijos. Por eso debe haber diálogo y paz entre las religiones… ¿Es ésta una argumentación correcta?
-                 La Epifanía de Jesús, su manifestación a toda la humanidad, significa que hay más «Pueblos de Dios» que el Pueblo de Dios del cristianismo. ¿Seguimos identificando el «pueblo de Dios» con la Iglesia católica, o con el cristianismo? ¿Es correcta esa identificación? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Quiénes serían «Pueblo de Dios»?
-                 El Concilio Vaticano II nos ha recordado que la manifestación de Dios en Jesús no es la única. Dios, como sabemos, se ha manifestado de muchas maneras también a otros pueblos (Heb 1,1)... ¿Qué cambios de actitud y hasta de lenguaje implica este "descubrimiento"? ¿Qué cambios también implica en los fundamentos de la misión, de la evangelización a los pueblos no cristianos?

Para la oración de los fieles

-                 Para que estemos siempre dispuestos a dar razón de nuestra fe y de nuestra esperanza a quien nos lo pida. Roguemos al Señor.
-                 Para que cada religión esté dispuesta a escuchar a las demás y a acoger con apertura de corazón lo que el Espíritu nos manifiesta en las religiones de todos los pueblos. Roguemos…
-                 Para que todos los catequistas sepan unir el testimonio de su propia vida a una buena preparación para ejercer su ministerio. Roguemos…
-                 Para que cuantos viven sumidos en la duda, el temor o la intranquilidad se encuentren con Dios vivo y alcancen la luz y la paz que buscan y necesitan. Roguemos…
-                 Por cuantos buscan un mundo más justo y en paz, para que encuentren la recompensa a sus trabajos y desvelos. Roguemos…
-                 Para que vivamos de tal modo la fraternidad con quienes nos rodean que seamos para todos un verdadero testimonio de fe y de amor. Roguemos…

Oración comunitaria

          * Dios, Padre nuestro: el relato evangélico nos narra que en un día como éste Jesús fue reconocido por unos magos venidos de Oriente en su búsqueda; haz que quienes te buscan, encuentren y sigan las estrellas que Tú pones en su camino, y quienes ya te hemos encontrado podamos contemplar un día, cara a cara, la gloria de tu rostro. Por Jesucristo.

          * Oh Dios, Dios único, «Dios de todos los nombres» con los que los humanos de todos los tiempos te han buscado. Tú que te has hecho buscar por todos los pueblos, y a todos ellos también les has salido al encuentro en su propia vida espiritual, en su religión, concédenos apertura de corazón para sentir tu presencia omnímoda en todas las religiones de la tierra. Tú que vives y das vida, y dialogas con todos los pueblos, por los siglos de los siglos. Amén.