2011-11-27

CicloB-Adv1: Desde el pesebre: estar atentos/as, ¿algo está sucediento?

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

Desde el pesebre: estar atentos/as, ¿algo está sucediendo?

Objetivo
Descubrir signos de esperanza en el entorno, ubicando actitudes, acciones y propuestas personales y comunitarias que favorecen la vida digna para todos/as.

Elementos didácticos
*        Previamente se consiguen trozos de madera, de preferencia usada y maltratada, se fabricará un pesebre.

*        Contar con crayolas, marcadores, plumones, cartulinas o papel que pueda ser usado para escribir (tipo cartel).

*        Si se tiene el promedio de participantes, se puede prever la cantidad de material, se pueden construir más de un pesebre.

*        El lugar puede disponerse con cintas que digan precaución o con letreros o dibujos de “atención” o “pon atención”. Es necesario colocar en un espacio visible el título de la sesión.

*        El lugar puede estar dispuesto con sillas entorno a una mesa, puede ser que una mesa aloje a 4 personas, incluso se puede ofrecer algún refresco, té, o agua, generando un ambiente de estar entre amigos/as.

*        Para esta primer sesión es necesario contar con algunos gafetes y realizar alguna dinámica de integración (ver anexos) en los casos en que no se conozcan los/as asistentes.

*        Contar con una corona de adviento.

Abriendo camino
En este primer domingo de Adviento esperamos que algo pase en nuestras vidas, que las cosas cambien, mejoren, que realmente podamos salir de un estado de vida con el cual no estamos plenos/as, ni felices. Para que esto sea posible se necesita hacer comunidad, organizarnos, entablar nuevas alianzas con aquellos y aquellas que desean garantizar lo necesario para una vida digna.

Es a partir de las alianzas con ellos/as, pero sobre todo con el Proyecto de Jesús, que alcanzaremos que este mundo, nuestra comunidad, sea más habitable.

Motivación
Hoy iniciamos una aventura y para realizarla es necesario que pongamos lo que está de nuestra parte para vivirla intensamente, sobre todo en compañía de los que nos hemos reunido aquí y de aquellos/as con los/as que, probablemente, nos encontraremos. (Dinámica de integración.)

Con las conclusiones obtenidas de este primer momento se realiza la oración.

Oración inicial
En cada mesa o pequeño grupo se entrega un trozo de madera en la que anotarán las conclusiones que obtuvieron en la realización de la dinámica.

También pueden colocar (opcional) aquello que:
  • esperan de esta sesión
  • la forma en la que viven este tiempo de adviento navidad
  • algunas situaciones que hayan sido significativas en las últimas semanas y que hayan afectado de forma violenta la vida personal o comunitaria
  • se percibe como situación que indigna a todos/as.
Una vez que terminen de anotar en los trozos de madera, se van colocando en un lugar común y visible para todos/as. Y en voz alta, un miembro de cada mesa o pequeño grupo, expresa lo escrito diciendo: con esto (se lee lo escrito) ponemos la materia prima donde queremos que nazcas.

Se puede poner un canto de fondo que sea apropiado o bien se sugiere el tema de Ven Señor no tardes.

Si se considera necesario puede concluir este momento colocando la mano derecha en el pecho y diciendo a una sola voz el Padre Nuestro.

Poner los pies sobre la tierra
Se escucha o se cuenta la siguiente historia: La esposa sorda (anexo).

Una vez que se escucha la historia en pequeños grupos se comparte a partir de las siguientes preguntas:
  1. ¿Qué relación encuentras entre lo que escuchaste y lo que vives? ¿Has conocido historias parecidas?
  2. ¿Qué provoca que las personas puedan llegar a ser violentas, a generar odios y rencores?
  3. ¿Es válido desquitarse? ¿Por qué?
  4. ¿Qué consecuencias ha traído a nuestra vida personal, comunitaria, nacional este tipo de acciones?
Las conclusiones se anotan en los trozos de madera de la oración inicial, puede ser el mismo o en otro de otro equipo.

Ver más allá
El adviento es un tiempo que nos invita a estar atentos, quizá nos estemos acostumbrando a lo que sucede, incluso podemos pensar que es algo normal y quizá lo sea, pero en este tiempo estamos invitados/as a afinar nuestros sentidos, para que lo importante no pase desapercibido para nuestra vida.

Junto con la venida de Jesús, los signos de muerte están también presentes, muchos de ellos se han apoderado de nuestros entornos, y ¿por qué no? También de nuestra vida, que puede ir desde la indiferencia hasta la participación activa en la generación de violencia.

Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7
¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!

Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es "Nuestro redentor". Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste, y los montes se derritieron con tu presencia. Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasamos: aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros al arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.

Para compartir:
  1. ¿De qué trata la lectura?
  2. ¿Qué me dice en lo personal?
  3. Para cuando llegue Jesús, ¿estaré despierto o dormido?
  4. Dios viene para encontrarse con nosotros, ¿cómo nos debemos de preparar para encontrarnos con él según la lectura?
  5. ¿Qué otro mensaje se puede descubrir en la lectura para el tiempo en el que estamos viviendo?
Anotar las conclusiones de este momento en el trozo de madera.

Manos a la obra
Este momento lo dedicaremos a poner mucha atención, de eso se trata el primer domingo de adviento, de estar atentos/as, de ver la señales, de discernir los signos y descubrir que Dios viene a nuestro encuentro ya.

A nivel personal:
  1. ¿Con qué actitudes cuentas para vivir la justicia y la paz?
  2. ¿Qué es necesario modificar en tu modo de ser actuar para evitar la violencia?
A nivel comunitario:
  1. ¿Qué personas de nuestro entorno se caracterizan por vivir la paz y la justicia?
  2. ¿A quién puedo recurrir para apoyar a algún organismo que promueva la paz y la justicia en mi entorno?
Las conclusiones se anotan en los trozos de madera.

Se hace una exposición general de las reflexiones realizadas a partir de lo escrito en los trozos de madera.

Oración final
Para este momento, dependiendo del número de participantes, se puede encender la primer vela de la corona de adviento, y cada uno/a va dando gracias por lo que aprendió este día y diciendo uno de los compromisos que adquirió. Puede utilizar la siguiente fórmula: Hoy quiero agradecerte Jesús por darme la oportunidad de aprender que…. Y quiero decirte que también quiero prepararme para seguirme encontrando contigo haciendo…

Se concluye este momento colocando la vela en la corona de adviento y los trozos de madera a un costado. Canto sugerido: Ven Señor no tardes

Misión por la Fraternidad Adv-Nav-2012

MPF: Introducción al Adviento 2012

PARA INTRODUCIRNOS EN EL ADVIENTO

ž  El año litúrgico comienza con el Adviento. Adviento quiere decir llegada.
Cómo cristianos esperamos la llegada de Dios y Él viene a nosotros de tres formas:
1.    En el nacimiento de Jesús hace más de 2,000 años
2.    En nuestra persona hoy
3.    Al final de los tiempos en forma gloriosa

ž  El adviento coincide con la estación del invierno y con las últimas semanas del año, eso nos invita a reflexionar sobre el sentido de nuestra vida. Hacia finales de cada año acostumbramos a preguntarnos sobre nuestros propósitos alcanzados, sobre el modo de cómo vivimos, pero ante todo reconocemos qué tanto hemos logrado nuestra realización personal y cómo hemos colaborado a construir un mundo mejor, al menos para la gente que nos rodea.

ž  Para podernos realizar como personas, requerimos de modelos a seguir y por lo mismo es necesario preguntarnos: ¿Cuáles son esos modelos que me han guiado? ¿Hacia dónde me han conducido? ¿Me han hecho mejor persona?

ž  Sin lugar a dudas la persona de Jesús ha sido, a lo largo de la historia, un modelo de plenitud de vida. Él ha sido el más buscado, el que queremos encontrar, el que ansiamos imitar, el que soñamos irradiar. Su vida es un ejemplo que vale la pena seguir.

ž  ¿Qué rasgos de la persona de Jesús hoy me siguen impactando? ¿Qué virtud de Jesús me fascina? ¿Qué palabras de Jesús siguen resonando en mí?

ž  También podríamos percibir que hay quienes han llegado a “aclimatarse” con la época que vivimos, estamos en temporada de frio (bueno, se supone porque ya también existe el cambio climático) y oscurece temprano (aun con eso del nuevo horario), esto puede compararse con nuestra vida. ¿Es frío nuestro corazón? ¿Vivimos en oscuridad? La rutina de la vida, el hacer por hacer, es sinónimo de esta frivolidad.

ž  Por esta y otras razones, la Iglesia, desde sus comienzos nos invita a vivir la vida desde el año litúrgico. Es vivir conscientemente, porque nos ayuda confrontando nuestra vida con los pasos, las palabras, las acciones, las actitudes y misterios de la vida de Jesús, para imitarle y poder llegar a sí a nuestra realización individual y comunitaria.

Este tiempo lo queremos dedicar a reflexionar sobre estas cosas.

ž  ¿Qué puede decir el nacimiento de Jesús a nosotros/as en esta época?

ž  ¿Qué puedo aprender de la persona de Jesús para mi realización personal y comunitaria?


Con estas reflexiones deseamos adentrarnos en este recorrido junto a Jesús para

TEJER NUEVAS ALIANZAS PARA LA VIDA.


Misión por la Fraternidad Adviento-Navidad 2012

MENSAJE DE ADVIENTO, CARD. MAURO PIACENZA

MeNSAJE
del prefeCto de la congregaCIÓN PARA EL clero,
cardENAL Mauro piacenza,
CON OCASIÓN DEL ADVIENTO 2011

Reverendos y queridos Sacerdotes:

En este especial Tiempo de gracia, María Santísima, Icono y Modelo de la Iglesia, quiere introducirnos en la actitud permanente de su Corazón Inmaculado: la vigilancia.
La Santísima Virgen vivió constantemente en vigilancia orante. En vigilia recibió el Anuncio que ha cambiado la historia de la humanidad. En vigilia cuidó y contempló, más y antes que cualquier otro, al Altísimo que se hacía Hijo suyo. Vigilante y llena de asombro amoroso y agradecido, dio a luz a la misma Luz y, junto a San José, se hizo discípula de Aquel que de Ella había nacido; que había sido adorado por los pastores y los sabios; que fue acogido por el anciano Simeón exultante y por la profetisa Ana; temido por los doctores del Templo, amado y seguido por los discípulos, hostigado y condenado por su pueblo. Vigilando en su Corazón materno, María siguió a Jesucristo hasta el pie de la Cruz y, con el inmenso dolor de Corazón traspasado, nos acogió como sus nuevos hijos. Velando, la Virgen esperó con certeza la Resurrección y fue llevada al Cielo.
Amigos muy queridos: ¡Cristo vela incesantemente sobre su Iglesia y sobre cada uno de nosotros! Y la vigilancia en la cual nos llama a entrar, es la apasionada mirada de la realidad, que se mueve entre dos directrices fundamentales: la memoria de todo lo sucedido en nuestra vida al encontrarnos con Cristo y con el gran misterio de ser sus sacerdotes, y la apertura a la “categoría de la posibilidad”.
La Virgen María “hacía memoria”, es decir, revivía continuamente en su corazón todo lo que Dios había obrado en Ella y, teniendo certeza de esta realidad, realizaba su tarea de ser la Madre del Altísimo. El Corazón Inmaculado de la Virgen estaba constantemente disponible y abierto a “lo posible”, es decir, a concretar la amorosa Voluntad de Dios tanto en las circunstancias cotidianas como en las más inesperadas. También hoy, desde el Cielo, María Santísima nos custodia en la memoria viva de Cristo y nos abre continuamente a la posibilidad de la divina Misericordia.
Pidámosle a Ella, queridos Hermanos y Amigos, un corazón capaz de revivir el Adviento de Cristo en nuestra vida; capaz de contemplar el modo en el cual el Hijo de Dios, el día de nuestra Ordenación, marcó radical y definitivamente toda nuestra existencia sumergiéndola en su Corazón sacerdotal. Que Él nos renueve cada día en la Celebración Eucarística, que es transfiguración de nuestra misma vida en el Adviento de Cristo por la humanidad. Pidamos, en fin, un corazón atento para reconocer los signos del Adviento de Jersús en la vida de cada hombre y, en particular, entre los jóvenes que se nos confían: que sepamos discernir los signos de ese especialísimo Adviento, que es la Vocación al sacerdocio.
La Santísima Virgen María, Madre de los sacerdotes y Reina de los Apóstoles, nos obtenga, a cuantos humildemente la pidamos, la paternidad espiritual, la única capaz de “acompañar” a los jóvenes en el alegre y entusiasmante camino del seguimiento.
En el “sí” de la Anunciación, somos animados a vivir en coherencia con el “sí” de nuestra ordenación; en la Visitación a Santa Isabel, somos animados a vivir en la intimidad divina para llevar su presencia a otros y para traducirla en un gozoso servicio, sin límites de tiempo y de lugar. Contemplando a la Santísima Madre adorando al Niño Jesús envuelto en pañales, aprendemos a tratar con amor inefable la Santísima Eucaristía. Conservando todo acontecimiento en el propio corazón, aprendemos de María a concentrarnos en torno al Único Necesario.
Con estos sentimientos les aseguro a todos, queridos sacerdotes esparcidos por el mundo, un especial recuerdo en la celebración de los Santos Misterios y pido a cada uno sostenerme en su oración para cumplir el ministerio que se me ha confiado. ¡Pidamos, delante del pesebre, que cada día podamos ser aquello que somos!

2011-11-03

Fieles Difuntos: Vengan benditos (Nov. 2011)

FIELES DIFUNTOS: Vengan benditos (Nov.2011)
(MT 25, 31-46)

Palabra clave: Benditos
OBJETIVO: Entender que cuando Jesús juzgue a las naciones, colocará a su derecha a los que vivieron la misericordia con los desamparados, a fin de que nosotros, día con día, nos esforcemos por vivir la misericordia
Preparar: Cruz - Biblia - candela - dibujo ampliado


ENTRADA
Saludo a los participantes
Canto: CON NOSOTROS ESTA (Mt 25)
Su nombre es “El Señor” y pasa hambre,
Y clama por la boca del hambriento
Y muchos que lo ven pasan de largo
Acaso por llegar temprano al templo.
CON NOSOTROS ESTA Y NO LE CONOCEMOS,
CON NOSOTROS ESTA, SU NOMBRE ES “EL SEÑOR”.(2v)

Su nombre es “El Señor” y sed soporta
y está en quien de justicia va sediento
Y muchos que lo ven pasan de largó
A veces ocupados en sus rezos. /
Su nombre es “El Señor” y está desnudo
La ausencia del amor hiela sus huesos
Y muchos que lo ven pasan de largo
Seguros y aI calor de su dinero. /
Su nombre es “El Señor” y enfermo vive
y su agonía es la del enfermo
y muchos que lo saben no hacen caso;
Tal vez no frecuentaba mucho el templo.

Su nombre es “El Señor” y está en la cárcel
Está en la soledad de cada preso
Y nadie lo visita y hasta dicen:
“Tal vez ese no era de los nuestros”. /
Su nombre es “El Señor” el que sed tiene,
El pide por la boca del hambriento; está preso,
Está enfermo, está desnudo
Pero El nos va a juzgar por todo eso.

Invocar la luz y la fuerza del Espíritu Santo

MIREMOS NUESTRA REALIDAD
Contemplar el dibujo ampliado
¿Qué vemos? ¿Qué nos recuerda? ¿Qué nos hace pensar?
Preguntas
¿Conoces personas que practican la misericordia?
¿A quién atienden? ¿Qué hacen por las personas desamparadas?
Comenta, Platica

ESCUCHEMOS Y MEDITEMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Introducción: La tradición de Israel situó en el llamado valle de Josafat el lugar donde se celebraría el juicio final (Joel 4, 2 y 12). Josafat significa «Dios juzga». Pero este lugar era sólo un sitio simbólico y no geográfico.
Unos 400 años después de Jesús se comenzó a identificar este valle de Josafat con el valle del Cedrón, que separa el Monte de los Olivos de la zona este de Jerusalén. Basados en esta tradición, desde hace generaciones, muchos israelitas deciden enterrarse en el valle del Cedrón.          Actualmente, esta zona que rodea las murallas de Jerusalén es un extendido cementerio.
Innumerables sepulcros se orientan hacia las puertas de la ciudad santa. Allí los fieles judíos, muertos en esta creencia, esperan ser los primeros en resucitar el día del juicio de las naciones.

Abrimos nuestros corazones a la Palabra de Dios, cantando un himno de alabanza...
Lector(a): (Cita bíblica Mt 25, 31-46)
Hacemos un rato de silencio, para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones...
Animador(a): Vamos a descubrir juntos lo que Dios nos quiere decir en este texto:
Preguntas
¿Quiénes van a ser recibidos como benditos cuando llegue el juicio de las naciones?
¿Quiénes van a ser rechazados como malditos cuando llegue el juicio de las naciones?
¿Qué mensaje nos da Jesús en este Evangelio?
¿Cómo lo vamos a llevar a la práctica? ¿Con quién nos vamos a reunir? ¿A quién vamos a mostrar la misericordia?

CELEBREMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Animador(a): Invoquemos al Padre, pidamos su ayuda para ser misericordiosos como Jesús.
Oremos con el Salmo 26: “Espero ver la bondad del Señor"

Conclusión: Nuestros Obispos en el documento de Aparecida nos dicen
DA 384 Ser discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos, en Él, tengan vida, nos lleva a asumir evangélicamente y desde la perspectiva del Reino las tareas prioritarias que contribuyen a la dignificación de todo ser humano, y a trabajar junto con los demás ciudadanos e instituciones en bien del ser humano.
El amor de misericordia para con todos los que ven vulnerada su vida en cualquiera de sus dimensiones, como bien nos muestra el Señor en todos sus gestos de misericordia, requiere que socorramos las necesidades urgentes, al mismo tiempo que colaboremos con otros organismos o instituciones para organizar estructuras más justas en los ámbitos nacionales e internacionales.
Urge crear estructuras que consoliden un orden social, económico y político en el que no haya inequidad y donde haya posibilidades para todos. Igualmente, se requieren nuevas estructuras que promuevan una auténtica convivencia humana, que impidan la prepotencia de algunos y faciliten el diálogo constructivo para los necesarios consensos sociales.

Cosme