Badv01, Despiertos
cumpliendo con la tarea (20141130)
Is 63,16b-17.19b; 64,2b-7: ¡Ojalá rasgases el
cielo y bajases!
Salmo responsorial 79: Oh Dios, restáuranos, que
brille tu rostro y nos salve
1Cor1,3-9: Aguardamos la manifestación de nuestro
Señor Jesucristo
Mc 13,33-37: Velen, pues no saben cuándo vendrá el
dueño de la casa
Mientras que en nuestro país reinan la desigualdad, la violencia y la
corrupción muchos cristianos vivimos desinteresados y llenos de miedo. En
nuestro Iglesia hemos perdido el sentido de la igualdad bautismal, y hacemos
privilegiados a los que tienen un ministerio, mientras que la mayoría de los
bautizados vive como si fueran cristianos de segunda. Las mujeres realizan la
mayor parte de la actividad pastoral, pero poco o nada, participan en la
planeación y en el ejercicio del poder al tomar las decisiones. Añoramos
aquellos tiempos de alegría y de seguridad en que vivíamos antes, pero no
analizamos las causas ni nos organizamos para construir un mundo mejor.
Iniciamos hoy el tiempo
de Adviento: tiempo de espera. Esperamos la venida de nuestro Señor Jesucristo,
el que vino a mostrarnos el rostro misericordioso del Padre; el que vino a
realizar la tarea de anunciar y hacer presente el reino de Dios con hechos y
palabras.
En la primera lectura de Isaías, el profeta que actúa después del exilio, recuerda a Yahvé su providencia en el pasado, y lo invita a repetir sus prodigios con el pueblo. Le pide que contemple desde el cielo la situación actual del pueblo abandonado, y le reclama que si se le ha acabado el celo y fortaleza que antes mostró, ya que siempre ha sido compasivo y misericordioso.
El salmista, víctima
de las intrigas y calumnias de sus adversarios, pide ayuda al Señor, quien
puede cambiar el curso de las cosas y hacer que los malvados caigan en su
propia trampa.
En el evangelio, Jesús
invita a sus discípulos a velar y estar preparados y lo ilustra con la parábola
de un hombre que salió de viaje y encargó una tarea a cada uno una tarea. La
misma recomendación y la misma tarea es también para nosotros: “Velar y estar
despiertos”. Es obvio que la tarea que se nos encomienda no puede ser otra que
la que vino a realizar el mismo Jesucristo.
ü Estaremos realizando nuestra tarea de
estar vigilantes, si tenemos los ojos y los oídos atentos a la realidad de
nuestro país y dispuestos y organizados para ayudar a que la situación
mejore.
ü Estaremos realizando nuestra tarea de
estar vigilantes si nos esforzamos para que en nuestra Iglesia se dé una
verdadera igualdad entre ministros y fieles, respetando la responsabilidad que
a cada uno corresponde.
ü Estaremos realizando nuestra tarea de
estar vigilantes si en nuestra Iglesia valoramos el trabajo apostólico de la
mujer y le damos oportunidad de participar en la planeación y en las decisiones.
ü Estaremos realizando nuestra tarea de
estar vigilantes si dejamos de mirar al pasado y nos esforzamos organizadamente
para construir un presente donde, venciendo el miedo y el encerramiento, nos
unamos y organicemos para vivir la alegría y la confianza mutua.
El adviento es una
oportunidad
Noviembre 29 del
2014
Cosme Carlos Ríos
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