2011-03-12

Venciendo las tentaciones como Jesús

VENCIENDO LAS TENTACIONES COMO JESUS
CICLO-A, PRIMER DOMINGO DE CUARESMA (MT 4, 1-11)



PALABRA CLAVE: Fidelidad
OBJETIVO: Entender que Jesús se mantuvo fiel al Padre y al proyecto del Reino, venciendo los obstáculos que podían apartarlo del camino, a fin de que, nosotros, con su ejemplo y con su ayuda nos mantengamos fieles al proyecto del Reino
Preparar: Cruz - Biblia - candela - dibujo ampliado

ENTRADA
Saludo a los participantes

Canto: “Danos tu Cuerpo y Sangre”
http://www.youtube.com/watch?v=ZnFBk0lcJbA
El banquete ya está listo acerquémonos con Fe.
Nos invita el mismo Cristo a comer de su con qué.
Qué chula se ve la mesa con su blanco y gran mantel!
y sobre ella el pan sabroso que nos ha de sustentar.
Con el vino delicioso todos vamos a brindar.
HOY SEÑOR TENEMOS HAMBRE DE TRABAJO, TECHO Y PAN.
DANOS YA TU CUERPO Y SANGRE, DANOS COMBATIVIDAD. (2v)
Quien acepta el pan y el vino acepta la comunión con la lucha y el camino de Jesús en su pasión. Ofrendar también su vida en generosa oblación, darse entero y sin medida en cada paso y acción, con el pueblo que se alza por su reivindicación.
Este generoso te agradecemos Señor, es misterio tan hermoso tu sacrificio de amor, al darte como comida en el duro caminar de tu Pueblo tan hambriento que lucha por mejorar sus condiciones de vida y poderse organizar.
Al comer tu Cuerpo y Sangre vive la Comunidad para seguir adelante cumpliendo tu voluntad de repartir entre todos los bienes de la Creación, siendo ejemplo entre los .lobos, de Justicia y Comunión, siendo ejemplo entre los lobos, de la gran Liberación.

Invocar la luz y la fuerza del Espíritu Santo

MIREMOS NUESTRA REALIDAD
¿Qué vemos en el dibujo ampliado?
¿Qué nos recuerda?
¿Qué nos hace pensar?
Recordar algunas personas que han dejado su práctica cristiana y los que se han unido a otros grupos religiosos
Reflexionar ¿Cuáles son las cosas o circunstancias que han influido en esa separación?
¿Qué consecuencias ha traído para la comunidad esa separación?

ESCUCHEMOS Y MEDITEMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Introducción: La cultura religiosa y el estilo literario del tiempo en que se escribieron los evangelios obligaban a usar en el relato de Jesús en el desierto la figura de un Tentador exterior a Jesús, la persona tentada. La Biblia menciona frecuentemente al demonio con diversos nombres: el Adversario, Luzbel, Satanás, Belcebú.
El relato evangélico de las tentaciones en el desierto no debe ser leído como una narración histórica, sino como un esquema teológico, en tres momentos, de las pruebas que Jesús tuvo que superar a lo largo de toda su vida.
La clave para entender el relato está en las tres frases con las que Jesús responde al Tentador. Las tres aparecen en la narración del peregrinaje del pueblo hebreo por el desierto (Deuteronomio 8, 3; 6, 16; 6, 13). Entonces, Israel falló y cayó en la tentación de la desconfianza, la acumulación y la prepotencia.
Jesús se mantuvo fiel. Los evangelistas quieren expresar que en la historia personal de Jesús se rescata la historia colectiva del pueblo de Israel.

Abrimos nuestros corazones a la Palabra de Dios, cantando un himno de alabanza...
Lector(a): (Mateo 4, 1-11)
Hacemos un rato de silencio, para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones..., observemos con mucha atención la manera en que Jesús vence las tentaciones que encuentra a su paso
Animador(a): Vamos a descubrir juntos lo que Dios nos quiere decir en este texto:
Preguntas
¿En qué escenarios sitúa Mateo a Jesús?
¿Cuáles son las tres propuestas que se le hacen a Jesús?
¿En qué forma responde a cada una?
¿Dónde encontró Jesús la respuesta para cada una de las tentaciones? Observa las citas que vienen al margen en tu Biblia Latinoamérica o La Biblia de Nuestro Pueblo.
¿Qué tenemos que hacer nosotros como discípulos de Jesús, en nuestros momentos de duda y de dificultad? ¿Dónde tenemos que buscar luz y apoyo?

CELEBREMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Animador(a): Para que nos mantengamos fieles a Dios invoquemos su auxilio
Oremos con el Salmo 95 “No endurezcan su corazón”

Nuestros Obispos en el documento de Aparecida nos dicen
DA 149. Jesús, al comienzo de su vida pública, después de su bautismo, fue conducido por el Espíritu Santo al desierto para prepararse a su misión (cf. Mc 1, 12-13) y, con la oración y el ayuno, discernió la voluntad del Padre y venció las tentaciones de seguir otros caminos. Ese mismo Espíritu acompañó a Jesús durante toda su vida (cf. Hch 10, 38). Una vez resucitado, comunicó su Espíritu vivificador a los suyos (cf. Hch 2, 33).

Cosme

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