CUARTO DOMINGO DE CUARESMA (JN 9, 1-41)
Palabra clave: Recuperar la vista
OBJETIVO: Entender que Jesús valora a las personas que tienen capacidades diferentes y los ayuda a recuperarse, a fin de que nosotros, hoy, sepamos valorar a las personas que tienen capacidades diferentes y las ayudemos a superarse y a luchar por su recuperación
Preparar: Cruz - Biblia - candela - dibujo ampliado
ENTRADA
Saludo a los participantes Canto: LLEGARA LA LIBERTAD
http://www.youtube.com/watch?v=wYJ-tm-Oi-U
Caminamos hacia el sol esperando la verdad;
La mentira, la opresión, cuando vengas, cesarán.
LLEGARA CON LA LUZ LA ESPERADA LIBERTAD.
LLEGARA CON LA LUZ LA ESPERADA LIBERTAD.
Construimos hoy la paz en la lucha y el dolor;
Nuestro mundo surge ya en la espera del Señor.
Te esperamos, Tú vendrás a librarnos del temor;
La alegría, la amistad, son ya signos de tu amor.
Invocar la luz y la fuerza del Espíritu Santo
MIREMOS NUESTRA REALIDAD
Contemplar el dibujo ampliado
¿Qué vemos? ¿Qué nos recuerda? ¿Qué sentimientos despierta en nosotros?
PreguntasEn nuestra comunidad
¿Cómo viven las personas con capacidades diferentes?
¿Qué hacen? ¿Qué trato reciben de la familia? Y de la sociedad?
¿Por qué son tratadas así?
¿Conoces alguna persona o institución que valora y defiende a estas personas
ESCUCHEMOS Y MEDITEMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Introducción: En Israel se pensaba que la saliva transmitía la propia fuerza, la energía vital y, por esto, se usaba para curar ciertas enfermedades. Era creencia tradicional que la saliva del hijo primogénito curaba las enfermedades de los ojos. Cuando Jesús untó los ojos del ciego de nacimiento con lodo hecho con tierra y su propia saliva estaba reproduciendo la escena del Génesis, cuando Dios creó al hombre del barro, y estaba haciendo un signo de la creación del hombre nuevo.
La piscina de Siloé estaba situada fuera de las murallas de Jerusalén. Siloé significa «enviada», nombre que hace referencia a la procedencia del agua que se acumulaba en el estanque. El agua llegaba a Siloé desde el manantial del Guijón, situado al oriente de la ciudad.
La fuente del Guijón era el único manantial de aguas de Jerusalén que manaba ininterrumpidamente, en cualquier época del año. De ahí el interés de las autoridades en represar esta agua para abastecer a la ciudad en tiempos de sequía y, sobre todo, en tiempos de guerra
Abrimos nuestros corazones a la Palabra de Dios, cantando un himno de alabanza…
Lector(a): (Cita bíblica 9, 1-41)
Hacemos un rato de silencio, para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones…
Animador(a): Vamos a descubrir juntos lo que Dios nos quiere decir en este texto:
Preguntas ¿Con quién se encuentra Jesús
¿Qué piensan los discípulos sobre la ceguera de aquel hombre?
¿Qué ordenó Jesús al ciego? ¿De qué medio se valió? ¿Qué tuvo que hacer el ciego?
¿Qué efectos produjo en el ciego el llevar a cabo lo que Jesús le ordenó?
¿Qué problemas tuvo que enfrentar el que había sido ciego?
¿Qué ejemplo nos pone Jesús a nosotros ante las personas con capacidades diferentes?
¿Qué vamos a hacer nosotros para actuar como Jesús ante las personas con capacidades diferentes? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Con quién?
CELEBREMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOSAnimador(a): Pensando en las personas que sufren por tener capacidades diferentes elevemos nuestra plegaria al Padre
Oremos con el Salmo 145, 8-14
Nuestros Obispos en el documento de Aparecida nos dicen:
DA 392. Nuestra fe proclama que “Jesucristo es el rostro humano de Dios y el rostro divino del hombre. Por eso “la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza. Esta opción nace de nuestra fe en Jesucristo, el Dios hecho hombre, que se ha hecho nuestro hermano (cf. Hb 2, 11-12). Ella, sin embargo, no es ni exclusiva, ni excluyente.
Si esta opción está implícita en la fe cristológica, los cristianos como discípulos y misioneros estamos llamados a contemplar en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos: “Los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo”. Ellos interpelan el núcleo del obrar de la Iglesia, de la pastoral y de nuestras actitudes cristianas. Todo lo que tenga que ver con Cristo, tiene que ver con los pobres y todo lo relacionado con los pobres reclama a Jesucristo: “Cuanto lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron” (Mt 25, 40). Juan Pablo II destacó que este texto bíblico “ilumina el misterio de Cristo” Porque en Cristo el grande se hizo pequeño, el fuerte se hizo frágil, el rico se hizo pobre.
Cosme
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