2011-07-06

Semilla del Reino

15º DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO: (MT 13, 1-23)
SEMILLA DEL REINO

Palabra clave: Reino
OBJETIVO: Entender que Jesús presenta su proyecto del Reino en parábolas, a fin de que nosotros recibamos el proyecto de Jesús como la tierra buena recibe la semilla
Preparar: Cruz - Biblia - candela - dibujo ampliado

ENTRADA
Saludo a los participantes
Canto: TU REINO ES VIDA (Salmo 71)
TU REINO ES VIDA, TU REINO ES VERDAD;
TU REINO ES JUSTICIA. TU REINO ES PAZ;
TU REINO ES GRACIA, TU REINO ES AMOR:
VENGA A NOSOTROS TU REINO, SEÑOR; VENGA A NOSOTROS TU REINO. SEÑOR.

Dios mío, da tu juicio al rey,
Tu justicia al hijo de reyes                                - -
Para que rija a tu pueblo con justicia,
A tus humildes con rectitud. /
Que los montes traigan la paz,
Que los collados traigan justicia-;
Que El defienda a los humildes del pueblo,
Que socorra a los hijos del pobre;
Que El defienda a los humildes del pueblo
Y quebrante al explotador.. -
Que dure tanto como el sol,
Como la luna de edad en edad;
Que baje como lluvia sobre el césped,
Como rocío que empapa la tierra.
Que en sus días florezca la justicia
Y la paz hasta que falte la luna. /
Librará al pobre que suplica,
Al afligido que no tiene protector;
Se apiadará del humilde e indigente
Y salvará la vida de los pobres;
Salvará de la violencia sus vidas,
Pues su sangre es preciosa ante sus ojos.

Invocar la luz y la fuerza del Espíritu Santo

MIREMOS NUESTRA REALIDAD
Contemplar el dibujo ampliado
¿Qué vemos? ¿Qué sentimientos despierta en nosotros¿ ¿Qué nos hace pensar?
Preguntas
En tu comunidad
¿Qué actitudes tiene la gente ante la acción de la Iglesia? ¿Por qué?

ESCUCHEMOS Y MEDITEMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Introducción: La parábola del sembrador describe el modo de sembrar habitual en Palestina. Los campos se araban después de las lluvias de otoño, roturándolos en todas las direcciones para después esparcir la semilla al viento o arrojarla en surcos.
Esta parábola pertenece -como la de la semilla de mostaza- a los comienzos de la predicación de Jesús. En ella, al referirse a la generosidad de Dios con quienes cumplen su trabajo, Jesús exageró notablemente los frutos de la buena tierra. Habló de un treinta, un sesenta y un ciento por uno sobre lo sembrado.
En Palestina se consideraba que si se obtenía un siete y medio por uno en la cosecha ya era suficiente. Un diez por uno se consideraba una buena cosecha.

Abrimos nuestros corazones a la Palabra de Dios, cantando un himno de alabanza...
Lector(a): (Cita bíblica MT 13, 1-23)
Hacemos un rato de silencio, para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones...
Animador(a): Vamos a descubrir juntos lo que Dios nos quiere decir en este texto:
Preguntas
¿Dónde sitúa San Lucas esta escena?
¿Con quién esta Jesús?
¿En cuántas partes cae la semilla del Reino?
¿Cómo reaccionan los distintos lugares ante la semilla del Reino?
¿Qué vamos a hacer nosotros para recibir el proyecto del Reino como la buena tierra?

CELEBREMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Animador(a): Alegres por la semilla del Reino que Jesús siembra en nosotros pidamos su luz y su gracia para ser tierra fértil.
A cada petición respondemos: “Venga a nosotros tu Reino”
Oremos con el Salmo 65 (64) Señor, danos siempre de tu agua.

Conclusión: Nuestros Obispos en el documento de Aparecida nos dicen:
DA 276.    La vocación y el compromiso de ser hoy discípulos y misioneros de Jesucristo en América Latina y El Caribe, requieren una clara y decidida opción por la formación de los miembros de nuestras comunidades, en bien de todos los bautizados, cualquiera sea la función que desarrollen en la Iglesia. Miramos a Jesús, el Maestro que formó personalmente a sus apóstoles y discípulos. Cristo nos da el método: “Vengan y vean” (Jn 1, 39), “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6). Con Él podemos desarrollar las potencialidades que están en las personas y formar discípulos misioneros. Con perseverante paciencia y sabiduría Jesús invitó a todos a su seguimiento. A quienes aceptaron seguirlo los introdujo en el misterio del Reino de Dios, y después de su muerte y resurrección los envió a predicar la Buena Nueva en la fuerza de su Espíritu. Su estilo se vuelve emblemático para los formadores y cobra especial relevancia cuando pensamos en la paciente tarea formativa que la Iglesia debe emprender en el nuevo contexto sociocultural de América Latina.

Cosme

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