2011-08-01

Compartir el Pan

18º DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO: (MT 14, 13-21)
COMPARTIR EL PAN

Palabra clave: Compartir
OBJETIVO: Entender que Jesús se compadece de la multitud hambrienta y la enseña a compartir, a fin de que también nosotros mostremos con las obras mostremos la compasión hacia las personas que pasan hambre
Preparar: Cruz - Biblia - candela - dibujo ampliado


ENTRADA
Saludo a los participantes
Canto: CON NOSOTROS ESTÁ
Su nombre es “El Señor” y pasa hambre,
Y clama por la boca del hambriento
Y muchos que lo ven pasan de largo
Acaso por llegar temprano al templo.

CON NOSOTROS ESTA Y NO LE CONOCEMOS,
CON NOSOTROS ESTA, SU NOMBRE ES “EL SEÑOR”.(2v)

Su nombre es “El Señor” y sed soporta
Y está en quien de justicia va sediento
Y muchos que lo ven pasan de largó
A veces ocupados en sus rezos.

Su nombre es “El Señor” y está desnudo
La ausencia del amor hiela sus huesos
Y muchos que lo ven pasan de largo seguros
Y aI calor de su dinero.

Su nombre es “El Señor” y enfermo vive
Y su agonía es la del enfermo
Y muchos que lo saben no hacen caso;
Tal vez no frecuentaba mucho el templo.

Su nombre es “El Señor” y está en la cárcel
Está en la soledad de cada preso
Y nadie lo visita y hasta dicen.
“Tal vez ese no era de los nuestros”.

Su nombre es “El Señor” el que sed tiene,
El pide por la boca del hambriento;
Está preso, está enfermo, está desnudo
Pero El nos va a juzgar por todo eso.

Invocar la luz y la fuerza del Espíritu Santo

MIREMOS NUESTRA REALIDAD
Contemplar el dibujo ampliado
¿Qué vemos? ¿Qué nos recuerda’’ ¡Qué nos hace pensar?
Preguntas
En nuestra comunidad
¿Quiénes son las personas que pasan hambre? ¿Por qué?
¿Conoces a alguien que atiende las necesidades de los que tienen hambre?
Comenta, platica

ESCUCHEMOS Y MEDITEMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Introducción: El pan era el alimento básico en tiempos de Jesús. Los ricos lo comían de trigo, los pobres de cebada. Las mujeres hacían el pan en las casas en pequeños hornos.
Por escritos de la época, podemos saber con mucha aproximación el precio del pan en aquel tiempo. Lo que una persona comía diariamente equivalía a 1/12 de un denario, es decir, a 1/12 del jornal, pues lo más frecuente era que al día, en la mayoría de los oficios, se ganara un denario. El pan se comía en forma de tortas planas, poco gruesas, como las que aún hoy se usan en los países orientales. Para su comida diaria, un adulto empleaba al menos tres de esas tortas.
A unos tres kilómetros de Cafarnaum, muy cerca del lago de Tiberíades, está Tabgha, donde la tradición fijó desde muy antiguo el lugar en que Jesús comió panes y peces con una multitud de sus paisanos.
Tabgha es la contracción en árabe del nombre griego “Heptapegon”, que quiere decir “Siete Fuentes”. La iglesia que hoy se visita en Tabgha está edificada sobre la que ya existía allí hace mil 400 años. Los mosaicos que hay en el suelo de esta iglesia, llamada “iglesia de la multiplicación”, son los del antiguo templo y tienen un gran valor artístico y arqueológico.
En uno de esos mosaicos se representa un cesto con cinco panes y dos peces a sus lados
           
Abrimos nuestros corazones a la Palabra de Dios, cantando un himno de alabanza...
Lector(a): (Cita bíblica MT 14, 13-21)
Hacemos un rato de silencio, para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones...
Animador(a): Vamos a descubrir juntos lo que Dios nos quiere decir en este texto:
Preguntas
¿A dónde fue Jesús?
¿Qué encontró al bajar de la barca?
¿Cómo estaban aquellas personas? ¿Qué sintió Jesús al verlas?
¿Qué le proponían los discípulos?
¿Cuál es la propuesta de Jesús?
¿Qué ordenó y qué hizo Jesús?
¿Cuál fue el resultado?
¿Qué vamos a hacer nosotros para ayudar a las personas de la comunidad que tienen hambre?
¿Qué vamos a hacer frente al problema del hambre en el mundo?

CELEBREMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Animador(a): Deseosos de vivir la compasión de Jesús ante las personas que padecen hambre manifestamos a Jesús nuestro compromiso con El.
Respondemos: Ayúdanos a compartir

Oremos con el Salmo 145 (144) Abres, Señor tu mano y nos llenas de favores
Conclusión: Nuestros Obispos en el documento de Aparecida nos dicen;
DA 363.    La fuerza de este anuncio de vida será fecunda si lo hacemos con el estilo adecuado, con las actitudes del Maestro, teniendo siempre a la Eucaristía como fuente y cumbre de toda actividad misionera. Invocamos al Espíritu Santo para poder dar un testimonio de proximidad que entraña cercanía afectuosa, escucha, humildad, solidaridad, compasión, diálogo, reconciliación, compromiso con la justicia social y capacidad de compartir, como Jesús lo hizo. Él sigue convocando, sigue invitando, sigue ofreciendo incesantemente una vida digna y plena para todos. Nosotros somos ahora, en América Latina y El Caribe, sus discípulos y discípulas, llamados a navegar mar adentro para una pesca abundante. Se trata de salir de nuestra conciencia aislada y de lanzarnos con valentía y confianza (parresía) a la misión de toda la Iglesia.
Cosme

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