26º DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO: Recapacitó y fué
(MT 21, 28-32)
PALABRA CLAVE: Cambiar de vida y de corazón
OBJETIVO: Entender que Jesús valora mucho a las personas que cambian para mejorar, a fin de que nosotros ofrezcamos oportunidades a las personas que buscan cambiar
Preparar: Cruz - Biblia - candela - dibujo ampliado
ENTRADA
Saludo a los participantes
Canto: A TI LEVANTO MIS OJOS (Salmo 122)
A TI LEVANTO MIS OJOS,
A TI QUE HABITAS EN EL CIELO;
A TI LEVANTO MIS OJOS,
PORQUE ESPERO TU MISERICORDIA.
Como están los ojos de los esclavos
Fijos en las manos de sus señores,
Así están nuestros ojos en el Señor,
Esperando su misericordia.
Como están los ojos de la esclava
Fijos en las manos de su señora,
Así están nuestros ojos en el Señor
Esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia,
Que estamos saciados de burlas;
Misericordia, Señor, misericordia
que estamos saciados de desprecios.
Nuestra alma está saciada
Del sarcasmo de los satisfechos;
Nuestra alma está saciada
Del desprecio de los orgullosos.
Invocar la luz y la fuerza del Espíritu Santo
MIREMOS NUESTRA REALIDAD
Contemplar el dibujo ampliado
¿Qué vemos? ¿Qué nos hace pensar? ¿Qué sentimientos despierta en nosotros?
Preguntas
¿Conoces personas que eran buenas y han cambiado para mal?
¿Conoces personas que no eran buenas y que han cambiado para bien?
Comenta, platica
ESCUCHEMOS Y MEDITEMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Introducción: La palabra que se traduce por conversión, en castellano significa vuelta que es una mejor traducción que penitencia, pues la penitencia se refiere más bien a la pena padecida por la falta y también arrepentirse, que no expresa plenamente la transformación radical del ser. Siguiendo a los profetas, Juan el Bautista exige a todo hombre, que al bautizarse se vuelva hacia el Reino inminente de Dios, mientras que Jesús proclama la misma exigencia, frente a Dios que actúa ya en el: Jesús tiene poder para perdonar los pecados y recuerda que Dios se alegra por su conversión.
La comunidad primitiva exhorta igualmente a apartarse de los ídolos para seguir a Dios y a Jesucristo, gracias al bautismo y a la remisión de los pecados
Abrimos nuestros corazones a la Palabra de Dios, cantando un himno de alabanza...
Lector(a): (Cita bíblica Mt 21, 28-32)
Hacemos un rato de silencio, para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones...
Animador(a):
Vamos a descubrir juntos lo que Dios nos quiere decir en este texto:
Preguntas
¿Qué ordenó el padre al primero de los hijos?
¿Qué respondió y qué hizo el hijo?
¿Qué ordeno el padre al segundo de los hijos?
¿Qué respondió y qué hizo el hijo?
¿Cómo lo ejemplifica Jesús?
¿Qué mensaje nos da a nosotros hoy para valorar a las personas que han cambiado para bien?
CELEBREMOS JUNTOS LA PALABRA DE DIOS
Animador(a):
Oremos con el Salmo
Conclusión: Nuestros Obispos en el documento de aparecida nos dicen:
DA 228 El ecumenismo no se justifica por una exigencia simplemente sociológica sino evangélica, trinitaria y bautismal: “expresa la comunión real, aunque imperfecta” que ya existe entre “los que fueron regenerados por el bautismo” y el testimonio concreto de fraternidad (UUS 96). El Magisterio insiste en el carácter trinitario y bautismal del esfuerzo ecuménico, donde el diálogo emerge como actitud espiritual y práctica, en un camino de conversión y reconciliación. Solo así llegará “el día en que podremos celebrar, junto con todos los que creen en Cristo, la divina Eucaristía” (SC 56). Una vía fecunda para avanzar hacia la comunión es recuperar en nuestras comunidades el sentido del compromiso del Bautismo.
Cosme
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