Servicio Bíblico Latinoamericano
Domingo 26 de enero de 2014 - Ciclo A
3º tiempo ordinario
Tito y Timoteo (s.I)
Is 8,23b–9,3: En la Galilea de los gentiles el
pueblo vio una gran luz
Salmo responsorial 26: El Señor es mi luz y mi
salvación
1Cor 1,10–13.17: Pónganse de acuerdo y no estén
divididos
Mt 4,12–23: Se estableció en Cafarnaún. Así se cumplió
lo que había dicho Isaías
Es sabido
que la liturgia católica está pendiente de una reforma sustancial, y la
necesidad de reordenar la elección de los textos conforme a criterios nuevos y
sobre todo explícitos no es la menor de ellas. La incorporación de la segunda
lectura a la temática unitaria (en vez de que campe siempre por sus fueros
propios), y la posibilidad de que sean varios los ordenamientos litúrgicos de
los textos, según objetivos y necesidades distintas, a escoger según variables
diversas, serían otras tantas posibilidades. Mientras, es bueno saber que la
liturgia no «es» así, sino que la tenemos así a la espera de que llegue un
momento más propicio para reactivar las tantas cosas que en la Iglesia católica
están detenidas o en hibernación, a la espera de otra coyuntura.
La primera lectura parece haber sido escogido estrictamente por
coincidir con la tercera lectura en una alusión geográfica a la zona de Zabulón
y Neftalí, zona limítrofe de Israel en la que Jesús se vino a establecer. La
segunda -como hemos dicho que sucede casi siempre- va por sus caminos propios,
siendo puramente aleatorio que alguna vez encaje con el mensaje de las otras
dos. Diríamos que el evangelio de hoy -dada la altura a la que estamos en el
año litúrgico- se adecua bien a la altura que correspondería dentro de la vida
de Jesús siguiendo un criterio simplemente cronológico: el inicio de su
actividad pública, el comienzo del despliegue de lo que será el Jesús
predicador del Reino en su plenitud.
Son bastantes los detalles que merecen comentario en este evangelio.
-Jesús comienza su actividad tomando como referencia los signos de los
tiempos. Al menos el evangelista hace notar que no empezó Jesús sin más cuando
quiso, sino al ver que habían encarcelado a Juan. Jesús reacciona ante los
hechos de la historia que le rodea. No viene a cumplir una misión ya programada
previamente y que ha de llevarse a cabo con indiferencia «pase lo que pase».
-Jesús «fue a vivir» a Cafarnaúm. Algunos exegetas (Nolan por ejemplo)
hacen notar que «se estableció» allí, y que, probablemente, la que varias veces
en los evangelios se cita como «su casa» sería casa no de Pedro, sino de
Jesús... No hay seguridad, pero no es improbable. Una duda sobre esa imagen tan
fácil que nos hemos hecho del Jesús evangelizador itinerante.
-El contenido de lo que sería la «primera predicación» de Jesús, o,
más bien, la tónica dominante de la predicación de Jesús: la venida del Reinado
de Dios, como buena noticia que invita al cambio... Hoy ya esto lo saben los
niños en la catequesis parroquial, cuando hace cuarenta años lo ignoraban todos
los cristianos adultos, incluidos los predicadores: que el centro de la
predicación de Jesús fue el «Reinado de Dios», un concepto entre profético y
escatológico... O sea: que Jesús no fue un predicador doctrinal teórico, ni un
maestro de sabiduría religiosa, ni un asceta... sino un profeta dominado por la
urgencia de una pasión, la pasión por el Reinado de Dios que él creía
inminente...
-No era sólo un anuncio, sino una con-moción: Jesús anunciaba para
empujar al cambio, para animar la esperanza en el cambio que Dios mismo estaba
a punto de empujar... Por eso, su anuncio era para la conversión: «cambien su
vida y su corazón porque el Reino de los Cielos se ha acercado», traduce la
Biblia Latinoamericana.
-Aquí hay una doble dirección: hay que cambiar (convertirse) «porque»
viene el Reinado de Dios, y, también, hay que cambiar «para que» venga, para
hacer posible que venga, porque cambiando, en nuestro cambiar, ya está viniendo
ese Reinado... Son las dos dimensiones: activa y pasiva, receptiva y
provocativa, de contemplación y de lucha... sin unilateralismos.
-El carácter concreto del tipo de praxis que Jesús adopta, que no es
la de transformar la sociedad él mismo directamente, con sus propias prácticas,
no es la de afrontar directamente la tarea, sino la de enrolar a otros,
convencer a otros para sumarse a la tarea, y para ello, dedicarse a desbloquear
las mentes, a iluminar los corazones, abrir la visión de los demás... para que
puedan incorporarse a la transformación de la sociedad. Si se nos permite
decirlo así, Jesús, más que una práctica, asume una práctica teórica y
simbólica. Él no se hace médico ni se dedica a curar a los enfermos, sino a dar
la Buena Noticia, aunque salpica su predicación constantemente con «signos» de
curación: «predicaba y sanaba». Teoría y práctica. Esta práctica era apoyo de
aquella teoría, y la teoría no era realmente tal, sino una práctica teórica:
Jesús ejercía de abridor de mentes, iluminador de corazones, generador de
esperanza, transmisor de energías...
-En esa línea se puede enmarcar mejor aún lo de convertir a sus más
allegados en «pescadores de personas» (no «de hombres»), lo que él mismo estaba
siendo, lo que cualquier discípulo debe también ser. El expansionismo
evangelizador misionero proselitista, el querer extender el cristianismo a todo
el mundo haciendo tabla rasa de las demás religiones, ya no tiene lugar en una
visión a la altura de los tiempos actuales. El ser realmente «evangelizador»
apasionado por la Utopía del Reino (utopía que no es enemiga de las demás
religiones ni pretende imponer ninguna cultura) sigue teniendo plenamente
sentido.
Muchos detalles, muchos temas, en un evangelio sencillo pero
enjundioso.
El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 11, «Hacia la
Galilea de los gentiles», de la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil.
El guión y su comentario pueden ser tomados de aquí: http://www.untaljesus.net/texesp.php?id=1100011 Puede
ser escuchado aquí: http://www.untaljesus.net/audios/cap11b.mp3
También en el capítulo 14: El guión y su comentario pueden ser tomados de aquí:
http://www.untaljesus.net/texesp.php?id=1100014
Puede ser escuchado aquí: http://www.untaljesus.net/audios/cap14b.mp3
Para la revisión de vida
Decía Jesús: Está cerca el Reino de Dios… ¿Lo
veo, lo siento, lo percibo, lo intuyo? ¿Miro las cosas desde esa perspectiva
única y mayor? ¿Qué Reino soy capaz de ver? ¿Vivo en situación de Buena
Noticia? ¿Vivo con optimismo, con la exultante convicción de que el Reino sigue
su marcha ascendente y convergente en la historia?
Para la reunión de grupo
-
El pueblo que vivía en tinieblas… ¿Cómo vive hoy el pueblo-pueblo, en
la luz o en las tinieblas? ¿En qué fundamentamos nuestra afirmación? Centinela,
¿qué hay de la noche?
-
Está cerca el Reino de Dios… Eso sería una noticia muy buena para un
pueblo que vive en tinieblas… ¿Cómo podemos traducir la Buena Noticia de Jesús
hoy para nuestro pueblo?
-
Está cerca el Reino de Dios… El Reino de Dios es la Causa de Jesús, y
es la Causa por la que el partidario de Jesús (el cristiano) debe “vivir y
luchar”.
-
Dialogar sobre el tema de la “práctica teórica”. Existe un cierto
anti-intelectualismo en el ambiente, como si todo lo que no sea práctica pura y
dura, sería despreciable, idealismo, huída de la realidad, abstracción sin
raíces...
Para la oración de los fieles
-
Por nuestra comunidad cristiana, para que crezca la unidad entre todos
sus miembros y comunidades, roguemos al Señor
-
Por las personas que se sienten en tinieblas, sin sentido, sin luz…
para que encuentren esa luz en la vida y en las prácticas de los hombres y
mujeres religiosos que les rodean…
-
Para que redescubramos con ojos nuevos y corazón nuevo lo que
significa hoy la buena noticia del evangelio en este mundo cansado y posmoderno
del fin de milenio…
-
Para que también nosotros, como Jesús, no despreciemos a nadie, y
tengamos nuestro “centro de gravedad” no en “el centro”, sino en la periferia,
en la tendencia a acompañar y atender a los marginados y excluidos…
-
Para que nuestra vida entera sea un mensaje positivo, no una
descalificación de los demás, sino un apoyo, un “sí”, una dosis de coraje y de
esperanza para todos los que de ello tienen necesidad…
Oración comunitaria
*Dios Padre y Madre universal: aviva nuestra
fe, nuestro amor, nuestra esperanza, y danos creatividad e intuición, para que
sepamos acoger hoy, con ojos nuevos y corazón abierto, tanto el Evangelio de
Jesús como todas las otras “buenas noticias” que nos deparas a lo largo y ancho
del mundo en todos los hombres y mujeres de cualquier religión, desde cuyas
vidas nos sigues hablando y estimulando. Nosotros te lo pedimos por Jesús, hijo
tuyo, hermano nuestro. Amén.
*
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande. Habitaban tierra de
sombras, y tu luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; nos
gozamos en tu presencia, como se goza al segar, como se disfruta al cosechar.
Envía tu Luz también sobre nosotros, para que nuestra vida y nuestra Tierra
queden inundadas de gozo y felicidad por tu presencia recuperada. Amén.
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