Acua04, Cosme, Jn9
29 de marzo de 2014
Con el correr de los tiempos hemos
hecho una cantidad tal de leyes, normas y reglamentos que resulta difícil
entender como quiere Dios que vivamos. Insistimos más en nuestras reglitas que
en lo profundo que consiste en ver y amar como Jesús y luchar por la vida y la
dignidad de la humanidad
El juez y profeta Samuel ha conducido
a los israelitas durante el sistema tribal, pero ha visto que ese sistema justo
e igualitario se está agotando y que él mismo se ha hecho viejo. Hay necesidad
de buscar una persona que conduzca a los israelitas y, enviado por Dios, ha
ungido a Saúl, pero se siente defraudado por sus desmanes y busca un nuevo rey.
Al elegir al nuevo rey Samuel se fija
en su buena presencia y en su estatura, pero Dios le dice: Dios
no ve las cosas como los hombres: el hombre se fija en las
apariencias pero Dios ve el corazón". Dios elige y unge al más pequeño
de la familia para que conduzca al pueblo de Israel
Los evangelios que leemos en la
Cuaresma constituyen una Catequesis bautismal, para renovar en la Pascua,
nuestro compromiso bautismal.
Hemos acompañado a Jesús al desierto
para descartar los caminos que nos llevan por rumbos equivocados y encontrar
los caminos de Dios: La escucha de la Palabra y poner a Dios en el centro de
nuestra vida.
Con Jesús y sus discípulos hemos ido a
la montaña para meditar la enseñanza de la Ley y los profetas y hemos oído la
voz del Padre que nos ordena escuchar a su hijo amado
Junto al pozo nos hemos encontrado con
Jesús el migrante, fatigado y sediento que nos ofrece agua viva, que valora y
dignifica a la mujer.
Hoy nos encontramos a Jesús cerca de
la piscina de Siloé ante un mendigo ciego y por lo mismo marginado.
No se trata de un hecho histórico sino
de una catequesis, Por tres veces aparece en el texto: “Lodo en los ojos,
lavarse y ver”
Jesús declara que la enfermedad del
ciego no tiene que ver con el pecado del ciego ni de sus padres, sino que
constituye una oportunidad para que se manifieste la gloria de Dios.
El ciego en un primer momento afirma;
“El hombre que se llama Jesús. Más delante afirma que: “Es un
profeta”. Como testimonio ante los jefes de los fariseos declara: "Eso
es lo extraño: que vosotros no sepáis de dónde es y que me haya abierto a mí
los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y
cumple su voluntad, a ése le escucha. Jamás se ha oído decir que alguien haya
abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios, no
podría hacer nada." Al ser interpelado por Jesús el ciego responde: “"Creo,
Señor."
El mendigo ciego es ungido con lodo,
es purificado por las aguas de la piscina de Siloé y recobra la vista para
reconocer al Enviado del Padre. Ahora para el ciego lo importante no es el
cumplimiento de la Ley (observancia del sábado), sino el seguimiento de Jesús
que nos hace ver, que nos libera y dignifica.
- Creer y seguir a Jesús como el
ciego, significa para nosotros revisar nuestras normas leyes y reglas para
ponerlas al servicio de la vida y la dignidad de la persona.
- Creer y seguir a Jesús como el ciego,
significa para nosotros poner la misericordia como principio de nuestra acción.
- Creer y seguir a Jesús como el
ciego, significa para nosotros iluminar los ojos, la mente y la conciencia de
los hermanos para que nuestra principal preocupación sea que haya vida y vida
en abundancia para todos
Marzo 29 2014
Cosme Carlos Ríos
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