Acua05:
¿Crees tú esto?
20140406
Muchos
creyentes luchan contra el aborto (cosa muy plausible) pero no atacan las
causas que impulsan a la mujer a tomar esta decisión: Abandono de la pareja,
abandono de los padres y de las instituciones religiosas y civiles, incapacidad
económica, falta de una verdadera educación sexual etc.
Hay
también otras causas que conducen a la muerte como el hambre, las enfermedades
por desnutrición, los daños que ocasionan las empresas contaminantes y las que
hacen temblar el subsuelo.
Los
años entre el 587 y el 530 a. C. constituyeron una dura crisis para los grandes
del pueblo de Israel al ser deportados a Babilonia.
Ellos,
al haber perdido su tierra, al ver destruidos totalmente su templo y su ciudad
capital, se desilusionaron, perdieron el espíritu y la unidad entre ellos
mismos.
El
profeta Ezequiel, hijo del sacerdote Buzí, acompañó a los desterrados a
Babilonia y fue el primero que sostuvo la esperanza entre ellos.
En
la imagen de los huesos secos, Ezequiel refleja la situación del pueblo que
será transformada por el espíritu de Yahvé.
Yahvé
les va a infundir su espíritu y van a cobrar vida: los huesos, los nervios
recuperarán su función y se unirán para ser de nuevo el pueblo de Yahvé.
El
autor o los autores del Evangelio de Juan nos dejaron una clave para su
interpretación: “Estas señales han sido escritas para que crean
que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.
En
el relato de hoy encontramos estas expresiones que nos conectan con
el objetivo de los autores:
“Lázaro
ha muerto, pero yo me alegro por ustedes de no haber estado allí, pues así
ustedes creerán”. "Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque
muera, vivirá. El que vive, el que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees
esto?" "Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el
que tenía que venir al mundo.” "¿No te he dicho que si crees verás la
gloria de Dios?" "Te doy gracias, Padre, porque me has escuchado. Yo
sabía que siempre me escuchas; pero yo lo digo por esta gente, porque así
creerán que tú me has enviado.
Hoy
Jesús aparece como el que es la resurrección, el que da la vida verdadera.
Jesús es el enviado del Padre.
En
el evangelio de Juan la resurrección de Lázaro es la última de las siete
señales de Jesús y se presenta como una muestra de que Jesús quería mucho a
Martha, a su hermana y a Lázaro.
Para
los cristianos, Jesús es el consagrado (Mesías o Cristo) y es el enviado del
Padre. Creer significa: aceptar la persona la palabra y el proyecto de Jesús de
Nazaret
El
proyecto de Jesús se declara en el capítulo 10 cuando Jesús dice:
“Yo he venido para que tengan vida y la tengan en plenitud”.
Creer
que Jesús es la resurrección, la nueva vida, significa para nosotros recuperar
el espíritu para seguir luchando, unidos como pueblo, para que todas las
personas tengan vida y la tengan en plenitud.
Significa
luchar para que haya apoyo, económico, moral, religioso y social para las
mujeres (especialmente jovencitas) que se ven constreñidas a abortar.
Significa
ayudarlas a tomar conciencia de su dignidad y del valor de su propia sexualidad
y las formas correctas de evitar los embarazos.
Creer
que Jesús es la resurrección, la nueva vida, significa luchar para que se
erradiquen de nuestro mundo el hambre y las enfermedades que vienen por la
desnutrición.
Creer
que Jesús es la resurrección, la nueva vida, significa luchar para que las
empresas que contaminan y las que hacen temblar la tierra, abandonen totalmente
esas prácticas y las sustituyan por prácticas que respetan la vida de las
personas y del planeta
Abril
05 del 2014
Cosme
Carlos Ríos
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