2014-06-29

Aord13, Cosme, Cimiento y columnas de la comunidad cristiana

Aord13, 28 de junio de 2014
Cimiento y columnas de la comunidad cristiana

Hch 12,1-11: Era verdad: el Señor me ha librado de las manos de Herodes
Salmo responsorial 33: El Señor me libró de todas mis ansias
2Tim 4,6-8.17-18: Ahora me aguarda la corona merecida
Mt 16,13-19: Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos


En todas las construcciones el cimiento y las columnas sirven de base, sostienen y dan fortaleza al edificio. El cimiento se coloca en la parte inferior y las columnas al lado, nunca en la parte de arriba.
En la Iglesia se considera cimiento y columnas a los pastores que están al frente de las diferentes comunidades. Pero en el ejercicio de la autoridad, en la Iglesia, el cimiento y las columnas se colocan por encima de la comunidad y no sostienen, sino que son sostenidas por la comunidad, y las comunidades inmediatas sienten hacia ellas más temor que amor.

El libro de los Hechos nos refiere que mientras Pedro está en la cárcel por disposición del rey Herodes Agripa I,  la comunidad cristiana hace oración ferviente por él. Entre el cimiento (Pedro) y el edificio (la comunidad) hay una relación fraterna, de amor, de apoyo mutuo, que se muestra en la oración comunitaria.

La Carta a Timoteo pone en boca de Pablo estas frases: “Yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe”. Es esta entrega, (la vida ofrendada), esta fidelidad en la lucha, lo que distingue a los que Jesús eligió para ser cimiento y columnas de su comunidad.

En el Evangelio de hoy, Pedro declara que Jesús es el Mesías (El enviado del Padre) y Jesús lo llama bienaventurado por esa confesión de fe, y le promete constituirlo cimiento de su comunidad.
La comunidad de Jesús, de la que Pedro es cimiento, ha de ser el nuevo pueblo de Dios, en el que todos participan, un pueblo de servidores, un pueblo misionero.
A este pueblo se entra por el bautismo que confiere la mayor dignidad: la de ser hijos de Dios, Sacramento que nos introduce en una comunidad de hermanos.
Esta comunidad es un pueblo que se nutre de la Biblia y es la Biblia la que da vida a toda la Evangelización y Catequesis.
Es una Iglesia que, como Jesús y con Él, hace una opción por los pobres.
Pedro y sus sucesores en distinto grado serán cimiento, en la medida que, antes que los demás, confiesen, con hechos y con palabras, que Jesús es el Mesías que viene a entregar su vida por todos.
Serán cimiento en la medida en que sostengan, impulsen y unifiquen, en el amor de Jesús, a la comunidad de creyentes a la construcción del Reino.

ü Celebrar a San Pedro y San Pablo ha de significar para cada uno de nosotros ayudar a que los pastores sean cimiento y columnas que cargan sobre sí el peso de la comunidad y promueven la unidad desde el amor y no desde el temor.
ü Celebrar a San Pedro y San Pablo ha de significar para cada uno de nosotros ayudar a los pastores a que como Pablo lleven una vida entregada al servicio de los más pequeños.
ü Celebrar a San Pedro y San Pablo ha de significar para cada uno de nosotros confesar con hechos y palabras que Jesús es el enviado del Padre y el centro de nuestra vida.
ü Celebrar a San Pedro y San Pablo ha de significar para cada uno de nosotros un esfuerzo permanente por seguir a Jesús sin esperar recompensas, compartiendo y aceptado la cruz de la incomprensión y de la crítica que nos vienen en la lucha por el Reino.

Felicidades a mis hermanos que celebran hoy su aniversario de ordenación sacerdotal

Cosme Carlos Ríos
Junio 28 del 2014


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