Servicio Bíblico Latinoamericano
Domingo 8 de junio de 2014 - Ciclo A
Pentecostés
Medardo, obispo (560)
Hch 2,1-11: Se llenaron todos de Espíritu Santo y
empezaron a hablar
Salmo responsorial 103: Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra
1Cor 12,3b-7.12-13: Hemos sido bautizados en un
mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo
Jn 20,19-23: Reciban el Espíritu Santo
Celebramos
hoy la fiesta solemne de Pentecostés cincuenta días después de la Pascua.
Fiesta del Espíritu Santo y de la «inauguración» de la misión de la Iglesia.
El relato de Hechos que leemos en la primera lectura es una
construcción del escritor lucano. Su finalidad es eminentemente teológica. No
es un acontecimiento cronológico sino kairótico en la misma línea de la fiesta
de la ascensión que celebramos y comentamos el domingo pasado. Lucas recoge la
«fiesta de las semanas» del antiguo Israel. Esta fiesta se celebraba para
conmemorar la llegada del pueblo al Sinaí. La entrega de las tablas de la Ley a
Moisés en medio de truenos relámpagos y viento huracanado.
El redactor de Hechos toma los elementos simbólicos de resonancia
cósmica para manifestar que es una intervención de Dios. Quiere significar la
irrupción del Espíritu Santo en la historia humana. Es el comienzo de la etapa
definitiva en la historia de la salvación. Es el comienzo de la predicación del
evangelio por parte de la Iglesia apostólica. Estos elementos también recuerdan
el anuncio profético del «Día del Señor». Este pasaje entrelaza elementos
históricos y escatológicos. El Espíritu empuja a la Iglesia más allá de las
fronteras geográficas y culturales. Por eso todos entienden el mensaje en su
propia lengua. Allí se han dado cita todos los pueblos hasta entonces conocidos
indicando la universalidad del mensaje evangélico. Otro elemento importante es
el aspecto comunitario: los discípulos están reunidos en comunidad y el anuncio
inaugura una nueva comunidad.
En la primera de Corintios Pablo enfatiza la acción del
Espíritu en la vida de los creyentes y en la construcción de la Comunidad
eclesial. Conciente de las divisiones que se vivían al interior de esta
comunidad insiste en que los dones, los carismas, los ministerios y los
servicios proceden de un mismo Espíritu. Por lo tanto todos los carismas, dones
y ministerios están en función del crecimiento de la Iglesia. La acción del
Espíritu cualifica la misión de la Iglesia en el mundo y no sólo para la
santificación individual. El Espíritu articula interiormente la misión de Jesús
y la misión de la Iglesia.
El cuarto evangelio presenta dos escenas contrastantes. En
primer lugar, los discípulos encerrados en una casa, llenos de miedo y al
anochecer. En segundo lugar, la presencia de Jesús que les comunica la paz, les
muestra sus heridas como signo de su presencia real, se llenan de alegría y
Jesús les comunica el Espíritu que los cualifica para la misión. El miedo, la
oscuridad y el encerramiento de «la casa interior» se transforman ahora con la
presencia de Jesús en paz, alegría y envío misionero. Son signos tangibles de
la acción misteriosa y transformante del Espíritu en el interior del creyente y
de la comunidad. Resurrección, ascensión, irrupción del Espíritu y misión
eclesial aparecen aquí íntimamente articuladas. No son momentos aislados sino
simultáneos, progresivos y dinamizadores en la comunidad creyente.
Jesús cumple sus promesas. Les ha prometido a sus discípulos que
pronto regresará, que nos les dejará solos. Les ha dicho que el Espíritu Santo
de Dios les asistirá para que entiendan todo lo que él les ha anunciado. Así lo
hace. Ahora les comunica el Espíritu que todo lo crea y lo hace nuevo. Jesús
sopla sobre ellos como Dios sopló para crear al ser humano. Ellos son las
personas nuevas de la creación restaurada por la entrega amorosa de Jesús.
La violencia, la injusticia, la miseria y la corrupción en todos los
ámbitos de la sociedad nos llenan de miedo, desaliento y desesperanza. No vemos
salidas y preferimos encerrarnos en nosotros mismos, en nuestros asuntos
individuales y olvidarnos del gran asunto de Jesús. Entonces es cuando él
irrumpe en nuestro interior, traspasa las puertas del corazón e ilumina el
entendimiento para que comprendamos que no nos ha abandonado. El sigue presente
en la vida del creyente y en el seno de la comunidad. Sigue actuando a través
de muchas personas y organizaciones que se comprometen a cabalidad para seguir
luchando contra todas las formas de pecado que deshumanizan y alienan al ser
humano. El Espíritu de Dios sigue actuando en la historia aunque aparentemente
no lo percibamos. No es necesario hacer tanta bulla para decir que el Espíritu
está actuando. Muchas veces no lo sentimos porque actúa en forma muy sencilla a
través de gestos que pueden pasar desapercibidos.
¿Qué signos de la presencia dinamizadora del Espíritu de Dios podemos
percibir en nuestra vida personal, familiar y comunitaria? ¿Conocemos personas
que actúan bajo la acción del Espíritu? ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer para
descubrir y potenciar los dones y ministerios que el Espíritu sigue suscitando
en personas y comunidades?
El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 128 de la serie «Un
tal Jesús» (http://radialistas.net/category/un-tal-jesus/),
de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado «Lo que hemos visto y oído».
Para ver/recordar las raíces de la fiesta judía, su evolución y su derivación
en la fiesta cristiana actual, recomendamos el clásico «Fiesta en honor de
Yahveh», de Thierry MAERTENS, en la biblioteca de Koinonía [http://servicioskoinonia.org/biblioteca].
Para la revisión de vida
Hacer un tiempo de oración más profunda,
tratando de escuchar las mociones que el Espíritu suscita en mí y que quizá no
tengo condiciones de escuchar en la prisa diaria.
Educar
la mirada: lograr "ver" al Espíritu actuando en tantas cosas como él
mueve y dirige...
No
dejarnos deslumbrar por todos los que se remiten fácilmente al
"espíritu" y en su nombre se apartan del compromiso del amor, de la
atención a los pobres...: hacer "discernimiento de espíritus"…
Para la reunión de grupo
-
¿Qué reacción nos produce la palabra "espíritu"? Presentemos
y comentemos algunos sinónimos explicativos.
-
Hoy hablan muchos del "espíritu" y lo encuentran en regiones
o en actividades muy lejanos de la realidad, del compromiso social, en lo
"puramente religioso"... ¿Es así lo que la Biblia nos dice del
Espíritu? Pongamos ejemplos.
-
«Hay que ser espirituales, no espiritualistas»: comentar la frase, con
razones y con experiencias.
-
Lucas, en la narración que hace del acontecimiento de Pentecostés en
el libro de los Hechos de los Apóstoles (1ª lectura) utiliza en el transfondo
de lo que escribe los símbolos de lo que ocurrió en Babel: ¿en qué sentido?
Para la oración de los fieles
-
Para que el Espíritu de
Pentecostés se siga derramando hoy en la Iglesia en todos sus miembros, para
animarla a ser fermento y catalizador de todas las transformaciones que el
mismo Espíritu produce en todos los hombres y mujeres de todas las razas y
credos, roguemos al Señor...
-
Por este mundo que en la actualidad tiene en curso más de 30 guerras,
para que el Espíritu de Dios, que actúa en todos los pueblos, nos lleve poco a
poco a superar la Babel de la confusión y nos encamine a la reconciliación y la
Paz...
-
Por esta humanidad, hija de Dios, que se refiere a El y lo ama desde
las más diversas religiones y tradiciones espirituales; para que, sin perder la
identidad espiritual que Dios ha dado a cada pueblo -destello singular de su
gloria- todas las religiones dialoguen activa y fructuosamente, como
mediaciones que son del único Dios...
-
Para que el Espíritu Dios, "padre de los pobres" [Pater
páuperum], que siempre les ha dado a lo largo de la historia, sobre todo en los
momentos más difíciles y de máxima postración, claridad en la visión y coraje
para la lucha, les dé hoy también en todo el mundo, fe convencida y esperanza
activa...
-
Para que el Espíritu del Dios creador, "que repuebla la faz de la
Tierra" y deposita -también en todas las criaturas- una participación de
sí mismo, nos haga a los humanos conscientes de que no poseemos el mundo en
propiedad para utilizarlo y consumirlo, sino para co-existir con todas las
cosas y con-vivir con todas las criaturas animadas reverenciando así tanto a la
Creación como al Creador...
Oración comunitaria
Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Padre de la Gloria: ilumina nuestra mirada interior para que, viendo lo que
esperamos a raíz de tu llamado, y entendiendo la herencia grande y gloriosa que
reservas a tus santos, comprendamos con qué extraordinaria fuerza actúa en
favor de los que creemos. Por N.S.J. [cfr Ef 1, 17ss]
Dios
nuestro, Espíritu inasible, Luz sobre toda luz, Amor que está en todo amor,
Fuerza y Vida que alienta en toda la Creación: derrámate hoy de nuevo sobre
toda la Creación y sobre todos los pueblos, para que buscándote más allá de los
diferentes nombres con que te invocamos, podamos encontrarte, y podamos
encontrarnos en ti unidos en amor a todo lo que existe. Tú que vives y haces
vivir, por los siglos de los siglos.
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