2008-08-11

LA MUJER CANANEA

Ciclo A, 20° Dom.Ord. La mujer cananea, 17 de Agosto de 2008


Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia
(Isaías 56, 1)

Jesús finalmente atiende a la mujer cananea, una mujer extranjera y mal vista por los israelitas. Llama la atención la intercesión de los apóstoles y la vehemencia y creatividad de la mujer: “pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Con esto, Jesús nos enseña que todas las personas, sin distinción o prejuicios, tenemos derechos, los cuales hoy la palabra nos invita a vigilar para que se cumplan. Tenemos derecho a la Vida, a la Salud… al Reino y su Justicia.

¿Cómo andamos en el cumplimiento de los DDHH en México? El Directorio para la Pastoral Social en México (2005) nos decía en relación al mundo del trabajo que los salarios son bajísimos y muchos carecen de seguridad social. “En una palabra el trabajo de los hombres y de las mujeres, no es respetado en sus derechos.” (DNPS 67-68). Además, “nos preocupan los más de dos millones de niños en México, en edad escolar, que no asisten por diversas razones a la escuela” (87). Los atropellos contra las mujeres siguen siendo una constante en México, aún en la misma Iglesia (92). Una de las demandas más sentidas en nuestro país tiene que ver con la procuración e impartición de justicia (95). Según la ONU, a México “le falta mucho por lograr el nivel al que debe llegar un Estado justo y democrático en la defensa y promoción de los derechos humanos” (93), por lo que se convierte en “otra tarea pendiente en la agenda social de México” (96).

Aparecida dice: El Evangelio nos exige proclamar en todas partes la dignidad de toda persona humana (DAP 390), puesto que todos somos hijos dignos de Dios, con los mismos derechos y deberes (382). Frente a la globalización económica actual, que nos está destruyendo, somos llamados a promover el respeto a los DDHH (64 y 385).

Los Obispos de Latinoamérica nos recuerdan que a la Iglesia le compete denunciar lo que está en contra de la dignidad del hombre (DAP 480), y recomiendan promover la dignidad humana y trabajar con personas e instituciones civiles (384). Los Obispos de México nos recomiendan ahondar en las causas que provocan esta situación (DNPS.97). Así, nos hablan del egocentrismo humano (100); la poca participación democrática (101); la poca comunicación entre los miembros de la sociedad (103); los medios de comunicación (104). Nos invita a superar el divorcio fe-vida (110 y 115).

Agustín, Pbro.

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