AUTOESTIMA,
CONFIANZA EN DIOS, ESPÍRITU COMUNITARIO
Jr 20,10-13: Libró la
vida del pobre de manos de los impíos
Salmo 68: Que me escuche
tu gran bondad, Señor
Rom 5,12-15: El don no se
puede comprar con la caída
Mt 10:26-33: No tengan
miedo a los que matan el cuerpo
El miedo es la inseguridad que sentimos cuando estamos
frente a algo (obstáculo o contradicción) que sentimos superior a nuestras
posibilidades.
A veces tenemos
miedo a perder prestigio, seguridad, comodidad o bienestar, no nos atrevemos a
correr riesgos al tomar las decisiones. No nos atrevemos a arriesgar nuestra
posición social, nuestro dinero o nuestra pequeña felicidad. Otras veces nos
paraliza el miedo a no ser aceptados. Nos atemoriza la posibilidad de quedarnos
solos, sin la amistad o el amor de las personas. Con frecuencia vivimos
preocupados solo de quedar bien.
Nos da miedo hacer
el ridículo, confesar nuestras verdaderas convicciones, dar testimonio de
nuestra fe. Tememos las críticas, los comentarios y el rechazo de los demás. No
queremos ser clasificados. Otras veces nos invade el temor al futuro. No vemos
claro nuestro porvenir. No tenemos seguridad en nada. Quizá no confiamos en
nadie. Nos da miedo enfrentarnos al mañana.
El profeta Jeremías vive en momentos en que el pueblo de
Judá se ve amenazado por el poderoso imperio babilónico. Los príncipes, los sacerdotes y los terratenientes,
apoyados e impulsados por los falsos profetas han decidido aliarse con Egipto
para enfrentar al poderoso imperio.
Jeremías, con una
gran lucidez, previendo el enorme derramamiento de sangre y sufrimiento del
pueblo, como sucedió en realidad, con una actitud pacifista, se opone a los promotores
del enfrentamiento con Babilonia. Ellos de distinta forma enfrentan y torturan
a Jeremías aun lanzándolo al fondo de una poza abandonada y sin agua.
En medio de su
aflicción Jeremías se dirige a Dios: “Todos mis amigos están espiando un desliz
mío: A ver si se deja seducir; prevaleceremos contra él y tomaremos de él
nuestra venganza. Pero Yahvé está conmigo como guerrero potente, por eso mis
perseguidores tropezarán y nada podrán; están totalmente avergonzados porque
nada consiguen: ignominia eterna que no podrá olvidarse.
Todos tenemos
debilidades y todos tenemos obstáculos y adversidades, pero sólo es posible
hacerles frente por medio de la confianza, confianza en Dios, confianza en sí
mismo y confianza inteligente en los demás.
Al comienzo del capítulo 10 de San Mateo; Jesús ha enviado a sus discípulos a una misión con
recomendaciones particulares. Jesús es hace ver que los envía como corderos en
medio de los lobos y les previene sobre la persecución. Les asegura que no
tienen que preparar la defensa cuando sean llevados ante los tribunales, pues
“No serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre quien hablará
en ustedes”
En nuestras
dificultades y conflictos personales es importante elevar nuestra
autoestima, conscientes de nuestras fortalezas y debilidades y sin menospreciar
a los demás.
Frente a los
obstáculos, dificultades y conflictos en nuestro trabajo pastoral hemos de
recurrir a la oración con oído atento para descubrir el proyecto de Dios para
nosotros, que muchas veces es distinto de lo que nosotros quisiéramos.
Es sumamente
importante hacer pandilla, (comunidad), buscar con otros y trabajar con otros
para que el apoyo de nuestra pandilla nos fortalezca en nuestras opciones y nos
ayude a enfrentar los obstáculos. Y también ahí es necesaria nuestra
autoestima, lo que somos, los dones que hemos recibido y aquello de lo que
somos capaces
Feliz día de San
Juan
24 de junio del 2017
Cosme Carlos Ríos
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